Tal y como ha sucedido con Rebels y The Clone Wars, la segunda temporada de The Bad Batch elevó la calidad artística y narrativa del show dejandonos ver más dentro de las personalidades de cada miembro del Escuadrón 99.

Hay algo peculiar con estos shows dentro de Star Wars y es que sirven como su propia unidad al mismo tiempo que son herramientas para mejorar las fallas de las películas. The Clone Wars lo hizo con las precuelas, Rebels con Rogue One y aunque The Bad Batch ocurre décadas antes, la segunda temporada (junto con la tercera de The Mandalorian) está sembrando las semillas para el nacimiento de la Primera Orden y para justificar uno de los peores momentos de Star Wars: el regreso del Emperador.

Al igual que Ahsoka y Ezra, Omega ha madurado bastante en esta temporada y ha dejado de ser la víctima para convertirse en miembro del Escuadrón aunque siga siendo una niña.

Los capítulos enfocados en Crosshair, el traidor del grupo son de las mejores historias presentadas en Star Wars, son crueles, crudas y te dejan pensando en la verdadera maldad detrás del Imperio y como su llegada dio valor a seres repugnantes. Pero en general ni los dos capítulos más débiles salen sobrando esta temporadan pues avanzan la historia de alguna extraña manera.

Los ganchos y las tramas abiertas que quedaron para la tercera temporada prometen una historia mucho más pesada pues mientras que en la primera temporada fueron traicionados por un amigo y perdieron su hogar, esta vez perdieron a un hermano y lo que los mantenía unidos.

Respeto a aquellos fans que no quieren o sienten que no necesitan ver todo de Star Wars para ser fans pero si te pierdes series como estas, solo tiene un 30% de una ENORME historia. Y si eres de lps que consideran que la animación es solo para niños, entonces no tengo respeto para tí ni para tus errores.

9/10

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