
Adaptando libremente uno de los eventos más populares de los cómics de Spider-man (sin la presencia de este), tenemos una secuela simple y efectiva.
Tom Hardy es demasiado actor para participar en una de estas películas de Marvel pero su cómica actuación en la primera entrega fue sin duda lo más rescatable y es el cimiento y pilares de esta secuela que puede pecar de corta pero en sus miserables 90 minutos logra lo que las otras dos entregas de Marvel en 2021 han hecho.
Tras los eventos de la primera historia, la vida de Eddie Brock está en un pésimo estado, su vida amorosa es nula su carrera está en el suelo y Venom está desesperado por permanecer encerrado y con una dieta exclusiva de gallinas. Pero un desafortunado encuentro con el asesino serial Cletus Kassidy crea un problema más grande.
Me encanta como el director Andy Serkis (si, ese Andy Serkis) tiene esa sensibilidad para explorar a su personaje principal más a profundidad y de una manera más real y honesta. La relación entre Eddie y el alienígena que habita su cuerpo se ha vuelto más romántica en cuanto a que Venom entiende y cuida a Eddie tanto como él a Venom, se necesitan por muchas cosas que les cuesta trabajo admitir aunque son dos personalidades que chocan a cada rato. Hardy demuestra porque es uno de los mejores actores de los últimos 15 años al ser más libre en su aproximación a ambos personajes y es infinitamente más gracioso pues no busca aventar mil chistes para ver cual pega (algo que RDJ y Chris Hemsworth deberían aprender urgentemente).
La película es corta y me recuerda a los primeros intentos de Marvel en los 90s donde no tienes más que A, B y C para contar tu historia sin tantas vueltas ya que 30 minutos más habrían hecho tediosa esta película, no necesito una exploración de la vida o mente del villano, está loco, está enamorado de una loca y es un peligro con o sin Carnage, punto. Es por eso que Serkis atinó al traer a Woody Harrelson como Carnage, su sola presencia lo muestra como alguien maniático y peligroso.
Tampoco necesito a Eddie lamentando que su ex pareja se haya comprometido, tiene una escena donde Venom trata de animarlo y después lo deja pasar porque tiene problemas más grandes. No hay un gran monólogo, Eddie no se vuelve un creep espiando a su pareja. Corto y efectivo.
Otros podrían argumentar que hay huecos y que le falta algo ¿pero en serio creen que necesitábamos más?
Aquí un poco de spoilers pues la escena post-créditos revela que el confrontamiento que todos deseamos ver está por suceder y creo que veremos a Eddie Brock de nuevo en diciembre en cierta película, lo que me está haciendo creer que Marvel va a aplicar el «nunca dijimos que Tobey y Andrew regresarían». Pero ya veremos.
Venom: Let There Be Carnage es estúpidamente entretenida y cumple lo que promete pues a veces no necesitamos tantas complicaciones.
8.5/10
I’m Out!!!!