La primera temporada de American Gods llegó como un show denso pero entretenido que creaba una realidad donde los Dioses antiguos estaban planeando una guerra contra aquellos nuevos que buscan eliminarlos, no totalmente derrotados; el padre de todos los Dioses estaba armando a su ejército. Como muchas grandes ideas solo funcionó una vez. La segunda rápidamente cayó en una historia muy aburrida que le daba muchas vueltas a la idea principal y como era de esperarse la tercera no hizo nada por arreglar este problema gastando presupuesto en grandes efectos pero provocando que el público la abandonara y con ello su cancelación fue inminente.
Los productores de este show no veían la realidad y hasta cierto punto se cegaron tanto que tuvieron la osadía de dejar la historia inconclusa con la confianza de la cuarta temporada (como originalmente estaba planeado). Pero nadie se tentó el corazón y no podremos ver el último episodio de la vida de Shadow Moon, un hombre que durante esta última entrega decide creer en su padre y aceptar todo lo que con lleva ser el hijo del gran Odín, siguiendo todos sus pasos para convertirse en el heredero de esta lucha que cada episodio tiene menos sentido. Muchos de los personajes regresan sin mucha razón, otros simplemente son olvidados y algunos son llevados por historias secundarias que no aportan mucho a lo que realmente interesa.
Aquí podemos ver a todos los actores solo cobrando un cheque pues en sus rostros podemos ver que este proyecto ya no va por donde creían, así mismo la trama de Shadow se vuelve muy predecible a y todo lo “nuevo” no es tan importante como nos quieren vender. Amercian Gods es de esos proyectos que simplemente cayó y jamás se iba a levantar.
6/10