Ha concluído la segunda temporada de una serie que no tiene derecho a ser tan buena, que utiliza la premisa de una gran película y la convierte en algo aun más complejo que estudia el comportamiento social en encierro, muy ad hoc con los tiempos modernos.
En esta segunda temporada los habitantes de la Cola han ganado la revolución y todos han quedado impresionados con el arribo de Big Alice y el salvador de la humanidad: el Señor Wilford.
La tensión que manejan en la serie es lo que lleva toda esta temporada a lugares que no se atrevía a tocar en la anterior. Wilford es de temerse pero también se presenta como una figura benevolente a la que te gustaría complacer, un líder político de esos que pululan en la actualidad y de quienes no debemos de confiar. Me gustó que en varios capítulos el personaje trata de aplicar una versión más brutal de métodos que hemos visto en años recientes, hasta el punto de crear sus propias «fake news».
Jennifer Connelly desaparece un poco en la temporada cuando su personaje decide arriesgar su vida saliendo del tren para probar que la Tierra está recuperando su temperatura en varias zonas. Un poco predecible a momentos pero definitivamente Jennifer mantiene la calidad del personaje y su arco es fantástico.
Personalmente creo que Daveed Diggs quedó un poco apantallado de verse frente a frente con Sean Bean y perdió un poco la chispa del lider que había adquirido. Pero es que Sean Bean se devora cada escena cual serpiente y es responsable de que algunos estén marcados con contenido bastante peligroso para cierto público.
Snowpiercer se ha colocado como una de esas series que en verdad no le veía futuro pero constantemente me sorprende y espero con ansia la siguiente temporada.
8.5/10
I’m Out!!!!!