Este fin de semana tendremos el estreno, no tan esperado, de Bad Boys 3, un nuevo intento de nostalgia por traer a un dúo, supuestamente muy dinámico y una manera de revivir la carrera de Will Smith tras el fracaso que sufrió en el 2019. Pero ¿En verdad es necesaria esta tercera parte? La respuesta es No, y a pesar de que la crítica está siendo favorable la realidad es que esta es de esas sagas que nunca debieron ver la luz del día y por alguna extraña razón la gente parece haber gustado de ellas, era tan innecesaria que el mismo Michael Bay no regreso para esta nueva aventura, lo cual podría ser lo único bueno de ella ya que las anteriores no son nada divertidas.
Recordemos un poco, en Bad Boys 1 tenemos la aventura del dúo policiaco más extraño del mundo donde constantemente tienen problemas en su relación pero sobre todo se meten en casos bastante complicados, una vez que los analizamos a fondo pudieron resolverse en menos de unos cuarenta minutos, puesto que el narco no se anda con rodeos y definitivamente esta es una vil excusa para tener a un rostro bonito actuar como una chica tonta pero con entusiasmo por más de una hora estorbando para todo. Will Smith trata de hacer un personaje intermedio entre sus grandes comedias y su lado mucho más dramático pero el balance es nulo por lo que nunca logra convencernos de nada, junto a la inmensa exageración de las escenas de acción que incluso es demasiado para la época de los 90’s
Años después trajeron al dúo de regreso en lo que parece una historia bien pensada pero mal armada, pues el drama entre la pareja es algo bueno pero definitivamente lo escala demasiado para al final dejarlo a un lado, tras esto tenemos otro caso de drogas donde el villano parece más una broma y el resto del elenco fuera de los policías podría no salir y todo ocurrirá de la misma manera. Por alguna razón Bay decide que en el 2003 la gracia del 95 aún sigue en pie y las secuencias de acción se sienten como una copia de las anteriores, pero con la diferencia de que a Will Smith ya no le interesa el tipo de personaje que quiere entregar y lo hace más gracioso pero Martin Lawrence demuestra que no sabe ser comediante y mucho menos un actor de drama, en más de una ocasión deseas que se elimine de la pantalla y deje que cualquier otra persona ocupe su lugar.
Les guste o no esta franquicia, la realidad es que si volteamos al pasado veremos que Michael Bay no es un gran director y que su fórmula es siempre la misma, pero sobre todo encontraremos dos malas películas que solo fueron el auge de Will Smith hace unos años que en realidad son mejor olvidarlas por completo.