The Goldfinch (El Jilguero): Una obra de arte que vuelve a sobrevivir una tragedia

goldfinch

La más reciente decpeción de los festivales de cine ha llegado por fin a nuestras pantallas, he aprendido a no hacerles caso al 100%  a los críticos, pues a veces se dejan comprar por las compañías, pero siempre existe la excepción donde tienen toda la razón y desgraciadamente esta película es un punto a su favor. La triste realidad es que esto se oye como una de las mejores novelas de los últimos años siempre y cuando te dediques simplemente a leerla pues la adaptación no logra absolutamente nada de lo que pretende, convirtiéndose en una lenta y tediosa travesía por la aventura de un joven que no quiere soltar el pasado hasta que es demasiado tarde. Tras un bombardeo la madre de Theo muere y este cae en manos de los Barbour quienes cuidan de él durante un tiempo hasta que su padre lo viene a recoger, Theo llevará una infancia complicada donde el exceso de drogas y alcohol será primordial para su crecimiento y poco a poco los acontecimientos de aquella noche lo harán pasar los peores momentos de su vida.

La realidad es que esta sería la sinopsis más general que les puedo dar para que el poco jugo de esta película se disfrute pero estamos hablando de una cinta sumamente lenta en niveles que unos diez minutos se sienten como horas en una silla, este no es el único problema sino que el guion toma una eternidad en explicarte la parte más importante de toda la historia y eso es el cuadro. Todo gira alrededor de una pintura titulada el Jilguero (de Fabritius) una obra de arte con una especial historia que la hace sumamente relevante, pero el no saberla y descubrirla hasta al final hace que nunca conectes con lo que pasa en pantalla. Esta es una historia sobre dejar ir el pasado; Theo se aferra a este objeto por años sin poder dejarlo ir hasta que es demasiado tarde, pero la falta de profundidad entre la necesidad de tenerlo así como el no poder olvidar lo que sucedió hace de esta una simple película sobre un niño consumiendo drogas en las manos del peor padre del planeta.

Junto a un desenlace sumamente largo en el cual sal revelar el secreto, no consiguen cuásar el shock que debería y la forma tan obvia en la que cada acción se va colocando una tras la otra hacen de esta, no solo una cinta aburrida, sino una demasiado obvia. Enfocándote en lo más banal como el exceso o en su defecto las malas decisiones que el joven toma, para el público es imposible relacionarse con lo que ocurre en pantalla al grado de que más de una vez te preguntas que está pasando y por qué no pasa nada. Sin Embargo Ansel Elgort hace una de esas muy buenas actuaciones dentro de una muy mala película, de aquellas que te hacen pensar que este es uno de los pocos jóvenes actores que en verdad tiene potencial para ser algo en unos años. Por otro lado tenemos al impresionante Oakes Fegley quien lleva todo el peso de la cinta encima y entrega cada dialogo de la mejor manera, no voy a negar que este pequeño merece todos los aplausos pues durante hora y media es el quien rescata con su actuación esta pésima adaptación.

The Goldfinch es una gran desilusión como nos lo habían dicho, una compendio de buenas escenas dentro de una historia que nunca te atrapa pero que sin duda entrega grandes actuaciones en un guion tan malo que logra opacarlas, una triste entrega a una de las películas más esperadas de este año.

5MU

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