Yorgos Lanthimos ha sido, en años recientes, una figura extraña entre todos los que hacemos Movie Usher. Nos encantó The Lobster por su divertida y original visión de criticar a una sociedad enajenada con formar un vínculo con otra persona, pero el año antepasado nos hizo enojar y casi dormir con la sobrevalorada The Killing of a Sacred Deer, por lo que cuando tuve oportunidad de ver su más reciente trabajo, lo hice con mucho cuidado.

The Favourite cuenta la historia de la Reina Anne (Olivia Colman), una mujer frágil a cargo de un reino luchando una guerra que están y van a perder, los cuervos dentro de la Corte rondan tratando de acaparar su atención para sus propios propósitos pero la Reina solo escucha las dulces palabras de su amante/consejera Lady Sarah (Rachel Weisz) pero en la puerta espera Abigail (Emma Stone) una dama venida a menos en busca de un lugar en el Palacio. El destino del reino se juega dentro de un triángulo amoroso que trata de dominar la mente y el corazón de su majestad.

Lanthimos nos entrega una deliciosa y cómica historia que describe con desprecio la desfachatez de la alta sociedad hacia el manejo de una nación despilfarros de comida a veces solo utilizada para divertirse lanzando manzanas a un plebeyo y los secretos dentro de los decorados pasillos del castillo. Weisz es maquiavélica, dominante, la mano detrás de la corona y se maneja con porte y dominio siendo la voz de una reina que es fácil de convencer, incluso esta forma tan creída la hace no considerar la latente amenaza de Abigail porque cree que «nadie sabe jugar el juego como ella».

Por otro lado tenemos a una Emma Stone que nos demuestra porque Hollywood no la suelta aunque falle constantemente, de vez en cuando entrega actuaciones como esta que demuestran su aptitud tan exótica para varios importantes directores. Lanthimos supo escoger a alguien que hiciera ver a Abigail como alguien de poca importancia, bonita pero nada del otro mundo y al mismo tiempo capaz de usar esa falsa inocencia a su favor, la rivalidad entre estas dos mujeres es el peso de esta película y se explota como el morbo que tenemos al ver un reality show solo para saber que se harán en la siguiente escena.

Aunque su papel parezca no ser mucho, no crean que Olivia Colman hace algo menos imponente que las otras dos actrices. Colman hace el papel que definirá su carrera después de ser casi siempre relacionada con la comedia ácida británica y aquí nos hace reír pero de manera trágica porque la vemos decaída, la vemos ingenua ante lo que ocurre fuera de los muros de su palacio, confía ciegamente en sus amantes porque la hacen sentir querida, especial, más que solo una firma real necesaria para los políticos. Cada que aparece en pantalla se roba la escena como si se tratase de una primera actriz dentro de una obra y con sus diálogos cortos, alocados y con diferente volumen hace que prestes atención y quedes sorprendido.

Lanthimos parece haber querido emular cuando el maestro Kubrick hizo su «Barry Lyndon» con una iluminación que si me dicen que es completamente natural se los creo, las sombras dentro de cada habitación parece esconder algo y la luz se siente como luchando por entrar en cada cuadro. No quiere que nos sorprendamos con la belleza o elegancia, quiere que veamos a esta clase alta con desprecio y constante crítica, lo cual logra a la perfección.

Muchos que seguramente han seguido la carrera de este director argumentarán que este parece su proyecto más «comercial» pero en mi humilde opinión está completamente alejado de cualquier complacencia comercial y considero que ha mostrado su obra cumbre, solo espero que se mantenga ahí y no caiga de golpe.

10/10

I’m Out!!!!