Sinopsis: Tras siglos de ser su fiel esclavo, Renfield (Nicholas Hoult) siente que tiene que salirse de la relación tóxica que tiene con su jefe, Drácula (Nicolas Cage).

Opinión: Creo que el error principal de esta película es que la distribuidora confundió la popularidad de culto de la última película de Cage con la fama que el veterano actor tenía en los 90s y no, Noc Cage sigue siendo el exagerado actor de películas malas que a veces nos gusta ver DENTRO de esas películas malas por las que no pagamos un centavo.

Renfield tiene muchas buenas ideas y una premisa que fuciona en todos niveles, la relación tóxica de Renfield y Drácula se siente como una relación amorosa tóxica que cualquiera ha tenido, pero alarga demasiado la historia con una subtrama del personaje interpretado por Awkwafina que la verdad no nos interesa, y menos nos interesa el ángulo mafioso que sueltan en el tercer acto.

El director Chris McKay pudo haber explotado mucho más los paralelismos entre estos dos clásicos personajes del cine de terror y las actuales relaciones humanas (tal y como Nicholas Hoult lo hiciera en Warm Bodies) y habría tenido una de las mejores comedias del año.

Hoult es muy entretenido como esa víctima callada que sale de su caparazón poco a poco y cuando lo combina con su habilidad violenta de pelear contra otros bullies, las risas abundan pero es Nic Cage quien con su exagerada presencia en pantalla nos atrapa. Su «Drácula» supone ser el mismo hecho casi 100 años atrás por el gran Bela Lugosi y en más de una ocasión captura los manerismos a la perfección, es uno de sus mejores papeles a pesar de que la película no da para mucho.

Advierto que aun siendo una comedia hay un mar de sangre y violencia, es Drácula al final de cuentas, y la pelea entre Renfield y los policías así como el final, no escatiman en el uso del líquido vital.

En resumen: Renfield pudo ser algo mucho mejor pero desvía su camino para rellnar con una trama que no era necesaria.

5/10

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