Sinopsis: Tara y Sam Carpenter han pasado los últimos meses tratando de reconstruir sus vidas en la Gran Manzana, pero un nuevo Ghostface ha comenzado a cobrar venganza.

Opinión: El segundo intento de revivir la franquicia creada por Wes Craven comenzó muy mal con la quinta entrega el año pasado pero aun con muchos problemas, esta sexta pelí inyecta nueva vida al trasladarse de Woodsboro a la ciudad de Nueva York y hacer sus escenas de terror mucho más violentas.

Melissa Barrera y Jenna Ortega hacen un buen dúo de hermanas que no son necesariamente «Final Girls» pero tampoco son «Mary Sue» y Barrera destaca haciendo de su personaje alguien mucho más complejo cargando con la realidad de ser hija del asesino original.

Dejando de lado los diálogos malos característicos de toda película slasher, el problema de esta entrega es que en sus momentos calmados la película se detiene casi por completo y repite y repite y repite diálogos para hacernos entender lo que sucedió en la película anterior y en la escena de hace unos minutos, por lo que las escenas de los ataques de Ghostface nos despiertan de golpe y convencen de seguir viendo.

Personalmente ver de regreso a Hayden Panettiere me causa tristeza porque la vi desde pequeña en Remember the Titans y luego en Heroes coml una promesa, pero su carrera (como sucedió con Héroes) se fue al caño y no levantó más, ahora verla de regreso como un personaje nada memorable de la pasable cuarta entrega de Scream me hizo gritar de horror porque lo que fuera que tenía esa mujer como actriz, lo ha dejado en el piso.

Como toda película de terror, esta secuela no logra llegar a la originalidad de la primera y ni siquiera a la segunda que es, en mi opinión, una de las pocas secuelas de horror que valen la pena, pero al menos la sexta queda en un lejano tercer lugar.

6/10

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