
Sinopsis: una familia se ve aterrorizada por 4 extraños pregonando el apocalipsis.
Opinión: Aquí estamos de nuevo frente a una película de M. Night Shyamalan, esta vez basada en una popular novela cuya premisa es bastante interesante pero por algún motivo esta adaptación jamás pasa de la premisa.
Siempre he dicho que Shyamalan es un director muy extraño, es tremendo para escribir diálogo que se siente como si los personajes no fueran ficticios, sabe mantener la tensión creciendo por toda la película, es profundamente religioso, financía sus propios proyectos para evitar intromisiones del estudio, es un buen director de actores pero recientemente hay algo que le falla con sus famosos «giros».
Si, sus primeras dos películas tienen giros que marcaron la historia del cine para siempre y seguiré manteniendo que El Protegido es la base del cine de superhéroes moderno. Pero además de eso había un análisis más profundo a la historia. En el Sexto sentido no era solo que el niño viera muertos sino sobre dos personas incapaces de abrirse a sus seres queridos, El Protegido es un astuto análisis sobre el heroísmo y la maldad en pequeñas acciones diarias más que en grandes despliegues del bien contra el mal y Señales era sobre jamás perder la fe aun cuando todo parezca perdido.
En Llaman a la puerta tenemos la premisa y el desarrollo pero este segundo se siente muy vacío y solucionado apresuradamente. Ok es simple, pero Señales y Split también eran historias simples y aun así había muchísimo que explorar. El hecho de que los cuatro extraños sean una versión de los cuatro personajes apocalipticos es llamativo pero tan mal desarrollado, y ni hablar de la familia.
Tremendo riesgo que corrió Shyamalan al poner una familia homoparental en medio de todo el conflicto, no por ninguna razón fóbica sino porque Hollywood y Twitter han querido armar la idea de que estas familias son perfectas y no es posible que tengan problemas o conflictos como otras porque «eso los haría menos especiales» pero aquí Shyamalan los pinta como son, una familia con altas y bajas, hay cosas que un papá no soporta del otro y la pequeña hija es sobreprotegida por uno más que el otro, pero es cuando Andrew (Ben Aldridge) comienza a sacar sus miedos y prejuicios que se convierte en el personaje más odioso e insoportable.
Una de las cosas que también tengo que aplaudir es la actuación de Dave Bautista, por una década este hombre ha demostrado querer alejarse del estereotipo de «luchador igual a hombre de acción» y toma riesgos que le han puesto en la lista de actores favoritos de grandes directores como Denis Villeneuve, Sam Mendes y Rian Johnson quienes lo contratan más por su capacidad histriónica que por su musculatura.
Bautista entrega una potente actuación como el líder involuntario de este pequeño grupo seguros de que pueden impedir el fin de los tiempos, su manera firme pero amigable de exponer el conflicto lo hacen una delicia de ver minuto tras minuto y es lo único que carga esta historia hasta el final, curiosamente cuabdo él no está presente es cuando lo poco rescatable se desintegra.
Hemos vivido lo malo de Shyamalan con Lady on the lake, The Happening, After Earth y The Last Airbender pero también vivimos el resurgimiento del director con Split y un sube y baja de calidad desde entonces, pero esta nueva entrada falla bastante.
6/10