Es fantástico ver que hay series dispuestas a tomarse el tiempo de contar diferentes historias dentro de un mismo proyecto. HBO y Naughty Dog han creado uno de los mejores episodios del año.

Comunmente cuando una serie se enfoca en otros personajes significa que será un capítulo de relleno, pero hay tanto de valor en este tercer capítulo que no entra en esa categoría.

Aunque comenzamos el capítulo con Joel y Ellie todavía sopesando la muerte de Tess, pronto vemos que Joel es como es porque sabe que el mundo no es malo solo por los infectados, también los humanos son monstruos y esto, sin soltar spoilers, es muy pero muy importante para después, especialmente porque vemos que Ellie todavía se maravilla con cosas que encuentra en el mundo como un avión derribado y cuando llegan a la tienda donde Joel esconde un rifle Ellie se encuentra a un infectado atorado en un derrumbe bajo el sótano, un paralelo a la primera vez que conocemos a Bill escondida en el bunker bajo su sótano 20 años atrás cuando el ejército estaba recogiendo a gente de su pueblo bajo el engaño de llevarlos a la Zona de Cuarentena más cercana.

Bill, interpretado magistralmente por Nick Offerman (Parks & Recreation), es un «preper», uno de esos chiflados que creen que la sociedad acabará en cualquier día y por eso compran todo para sobrevivir, y de inmediato vemos su conservadora y odiosa visión del mundo.

¿Recuerdan como en el primer capítulo nos enterámos del código que usan canciones de diferentes décadas? Donde música de los 60’s significa que no pasa nada/no hay cambios, noten que Bill está escuchando White Room de Cream cuando goza de su soledad pero cuando conoce a Frank le toca una hermosa versión de Long, Long Ago, una canción de los 70s y en el código eso significa que algo está cambiando, reflejando que Frank llega a cambiar la vida de Bill.

Bill, como muchos de esos ultra conservadores, es un gay de closet que jamás pensó que encontraría a la persona que lo pudiera amar pero Frank deja de temerle casi de inmediato porque los ojos de Bill reflejan a una persona amable. Hay momentos en su primer encuentro que yo mismo pensé que Frank podía atacar a Bill o que Bill estaba descuidándose demasiado pero se entiende que ambos se tienen confianza desde que se conocen.

Se me hizo un gran detalle como Bill va cambiando su forma de ser en los años que vive con Frank y esto se refleja en la casa. Al principio se nota que la casa es de la madre de Bill y él solo la heredó, no la cuida, solo la mantiene como siempre ha estado pero cuando Frank entra en su vida ¡es la primera vez que pelean! Frank quiere cambios, quiere vivir y no solo sobrevivir y al final, cuando ya llevan casi 20 años juntos, podemos ver que aunque el exterior de la casa sigue igual, el interior es completamente diferente, las paredes están pintadas, los muebles se ven más hogareños y hay pinturas hechas por Frank en todas partes. Esto refleja que Frank no solo cambió la casa, también cambió y alegró la vida de Bill por dentro.

Esta historia nos da esperanza y nos da el mensaje que Joel ha olvidado en 20 años: A pesar de todo lo malo, hay que vivir la vida, no solo sobrevivir. Joel y Bill son igualitos en su visión del mundo pero así como Frank, Ellie va a inyectarle propósito y ganas a la vida de Joel.

Este va a ser uno de los capítulos de los que la gente va a hablar por años, como toda buena serie debe hacerlo, porque nos da algo que la mayoría necesitamos, una historia que nos hace pensar, no negaré que durante el capítulo me puse a meditar con quien quiero pasar el resto de mis días y lo mucho que vale la pena. Para bien o para mal, la pandemia y el encierro de los últimos años nos hizo darnos cuenta de muchas cosas especialmente dentro de nosotros y este capítulo toca justo ese tema.

10/10

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