Hemos llegado al final de la primera temporada y me quedo con sentimientos encontrados. No cabe duda que es un animal diferente a Game Of Thrones y tomó tiempo acostumbrarse al estilo telenovelero de la historia pero creo que ha logrado engancharnos de nuevo al mundo medieval creado por George R. R. Martin.

Creo que la mayor injusticia de esta primera temporada fue hacer que nos encariñáramos con las versiones jóvenes de Alicent y Rhaenyra para quitárnoslas a la mitad, por lo menos Ned Stark permaneció una temporada completa y considero que lo mismo debió hacerse aquí. Dejar a Emily Carey y Milly Alcock por toda la temporada para ver que el conflicto entre ambas era más personal.

Paddy Considine y Matt Smith fueron los verdaderos MVPs de la serie por que tuvieron ese efecto que mencioné antes y los vimos evolucionar aunque pasaran décadas.

Estoy absolutamente de acuerdo en que se deshicieran de los desnudos y escenas de sexo que no aportaban más que morbo y se terminaron volviendo una molestia a la mitad de GOT, pero me gustó que no tuvieran miedo a mostrar otras cosas y en muchas cosas fueran más violentos.

Por supuesto no le quito mérito a Olivia Cooke y Emma D’arcy dando lecciones de actuación en cada momento, La «Rhaenyra» de D’arcy especialmente al final se transformó en algo que Emilia Clarke perdió al final de GOT. Es solo que siento que tanto brinco en el tiempo nos está anunciando que HOTD será corta, a lo mucho cuatro temporadas cuando pudieron haber sido seis.

Lo que más duele es que ahora habrá que esperar dos años en lo que graban y crean los efectos para la siguiente temporada.

9/10