Sinopsis: Han pasado cuatro años desde la última aparición de Michael Myers, pero ahora Laurie es testigo del posible nacimiento de un nuevo monstruo

Opinión: Ok, me voy a ganar muuucho hate de los fans pero debo decir que comparada con la espantosa Halloween Kills, esta tercera película está mucho mejor.

Decir esto no significa que la película sea una maravilla, no, pero entiendo lo que el director quería hacer Y TAMBIÉN entiendo porque muchos fans la están odiando.

David Gordon Green entiende que la sociedad moderna ha cambiado radicalmente y una «figura misteriosa aparentemente indestructible armada solo con fuerza y un cuchillo» ya no tiene el mismo efecto que hace 40 años. Películas como Halloween y Viernes 13 salieron como respuesta al miedo que hubo con la creciente popularidad mediática de los asesinos seriales en los 70s. La falta de un medio como las redes sociales hacía explotar la imaginación de la gente con historias de Son of Sam, Charles Manson, Jeffrey Dahmer o el Zodiac y Hollywood tuvo un nuevo mercado por explotar. Pero aunque la violencia se ha multiplicado exponencialmente hoy en día, las noticias son más aterradoras que la idea de estos seres enmascarados matando gente. Green lo capta y por eso tomó la decisión de no tener a Michael tan presente en la última entrega.

La primera de este reboot fue apreciada porque eliminaba lo hecho en las secuelas y, como pasa cuando Hollywood escucha a los fans chillones de cualquier franquicia, desconoce lo hecho por Rob Zombie. Halloween de 2018 fue una buena «secuela» de los eventos de la primera porque nos dio a una Laurie que vive como lo haría cualquier víctima de algo similar, pero su gran error fue volver a dejar la muerte de Michael abierta para la secuela que, comienza «bien» pero termina siendo un desastre peor que varias de las secuelas olvidadas.

Green quería mostrar que la maldad dentro de Michael es como un virus, no literal sino que cualquiera puede transformarse en el siguiente Michael Myers y de ahí la creación de Corey que, de forma hilarante para quienes si fuimos fans de las películas de Rob Zombie, pasa por algo similar a lo que Zombie planteaba: todos somos capaces de hacer el mal y si el ambiente en el que nos desarrollamos es malo, solo sabremos hacer cosas malas.

Corey era una persona normal pero una broma pasadísima causó que lo culparan de asesinato y luego…bullies, siempre pasa que hay bullies y por eso siente esa «liberación» al matar. Tal vez poner al Michael original como mentor fue demasiado pero la idea y la primera hora de la película es buenísima incluso mostrando que Laurie no suelta sus traumas.

El problema se divide en dos partes: tal vez fue una pésima idea introducir esta historia en el tan publicitado capítulo final de una saga sobre Laurie y Michael. Si Green hubiera matado a Michael en la primera e introducido a Corey en la secuela como alguien que toma el manto de Michael y obliga a Laurie a evitar que esta locura se repita, habría sido una buena conclusión tener a Laurie vs el nuevo Michael. Pero la gente estaba siendo engañada con que ENDS sería la confrontación final de dos enemigos tras cuarenta años.

El segundo y más grande problema es el final, se siente que se le acabó la película a David y por eso tuvo que apresurar la transformación de Corey, la desilusión de la nieta y luego introducir esa espantosa muerte de Corey, que en principio suena como una buena idea, pero en aplicación acabas de hacer a tu nuevo villano en un estúpido que no tuvo chance de ponerse al tu por tu con Laurie ni con su mentor. Todo esto volvió a la primera hora y la esperada batalla final en algo absurdo dentro del marco de publicidad que le dieron a esta cinta.

En pocas palabras: Halloween Ends lo intentó pero falló al final.

6/10

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