El rey ha muerto ¡Que viva el rey!

Pero ahora que el pacifista ha caducado, los Hightower sacan a relucir su verdadero tono de verde con un plan para asegurar su posición en el trono, que me recordó mucho a una escena en «Elizabeth: la reina virgen» y ahora si la telenovela de «Westeros, cuerpo y alma» se convirtió más en Game of Thrones.

Es valiente aunque algo tonto que aquellos que juraron lealtad a Rhaenyra desde joven, se mantengan firmes aun cuando ven que esto puede causarles la muerte y aunque no vimos algún asesinato, el hecho de que Otto haya insinuado que habrá una «limpieza del castillo», significa que aquellos fieles a Viserys y Rhaenyra serán enviados «a la granja» donde mandaron a tu perrito.

Eso fue lo grandioso de este capítulo, todo fue con los verdes, después de 20 años de permanecer en el fondo, los Hightower toman las riendas y por supuesto Ser «resentido» Criston Cole continúa siendo la cucaracha máa vil de la serie, solo le gana el «Patafloja» que parece recibir sus salario haciendo que la reina le muestre sus pies para que él pueda «saludar a su amigo». No necesitaba tanta información pero creo que Quentin Tarantino AMÓ este episodio.

Luego está Rhaenys «La reina que no fue» pero vaya que ahora si fue!! Tras ser encerrada en su habitación por Alicent, Rhaenys se da cuenta que la chica Hightower era más inteligente de lo que pensaba y trata de envenenar su mente con la idea de que deje de ser solo una sirviente de los hombres y tome el trono para ella. Su escape le muestra el caos que los Verdes causarán en el pueblo y su escena final es uno de los momentos más épicos de la serie, demostró que sabe jugar el juego mejor que todos pues aparece para mostrarle a Alicent lo fácil que sería tomar el trono para ella, pero sabe que su sobrina tiene más posibilidad y va a avisarle para así comenzar la maldita Danza de Dragones.

10/10