Las mejores series son aquellas que no requieren de acción en cada episodio para satisfacernos y, al igual que Los Anillos de Poder, esta semana HOTD nos dio un capítulo lleno de coraje, drama y momentos tiernos.

Si Paddy Considine no recibe un premio Emmy el próximo año, dejaré de considerarlos premios valiosos pues este hombre nos ha dado la historia de un rey bueno sentado en un trono que se gana y se mantiene siendo el más ruin en Westeros. Cada acción de Viserys fue sin malicia y con corazón, amaba a su hija y por eso desafió la tradición para ponerla en el trono, amaba a su hermano a pesar de que este se rebeló en su contra, amó a Alicent aunque esta es parte de un plan malévolo del que dice ser su mejor amigo.

Más que una serie de fantasía medieval, este episodio se sintió como el retrato de una familia rota a la que solo la une un débil pegamento patriarcal. Como audiencia y como fans de GOT, sabemos que más va a tardar en enfriarse el cadáver del rey que Alicent y Rhaenyra van a pelearse por lo mismo y aunque ya cansa la repetición del conflicto, hoy supieron cerrar el libro de «la familia» de una gran manera. La próxima semana serán enemigos pero por hoy, Viserys consiguió que su última memoria de su familia fuera verlos sentados, platicando alegres aunque sea por un instante ¿y acaso no es eso algo que todos desearíamos tener en los últimos momentos de nuestras vidas?

He dicho que la gran diferencia entre GOT y HOTD es que la segunda parece más telenovela que política medieval, esa es la salsa pero el drama de una familia en disputa cual «Café con Aroma de Mujer» es el platillo principal, cosa que GOT no era. Pero siento que a partir de la próxima semana HOTD se irá transformando más en algo similar a lo que vimos en la otra serie.

9/10

I’m Out!!!!!