
Sinopsis: Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Casablanca se vuelve un paraíso para quienes tratan de escapar de Europa. Mientras el mundo se destruye, dos amantes se reencuentran en las peores circunstancias.
Opinión: Cuando se habla de clásicos de la Época de oro del cine, este es mi favorito pues además de sus grandes momentos tatuados en la memoria de todo cinéfilo, muestra la grandeza de un estudio en perfecto control de todos los aspectos de la producción, incluso hacernos creer que dos actores que no se soportan son dos amantes dispuestos a luchar contra los Nazis por preservar su amor.
Humphrey Bogart e Ingrid Bergman tenían fama de vivir la vida al límite y aprovechar que el dinero y la fama les abría todas las puertas, pero la falta de «chispa» entre los actores detrás de cámaras se debe a que Bergman era considerablemente más alta que Bogart y la producción tuvo que recurrir a todos los trucos posibles para que pareciera lo contrario frente a la cámara. Por esa situación es que Michael Curtiz no tuvo que preocuparse de «romances fuera de cámara» entre las dos estrellas conocidas por dormir con sus co-estelares.
Filmada totalmente en el famoso Backlot de Warner Bros. La ambientación fue tan bien lograda que muchos juran que la producción se movilizó a la verdadera Casablanca para filmar, pero aunque la novela en la que está basada describe un «bar como ningún otro en ese lado del mundo», la realidad es que Rick’s no existió más que en los sets.
Como con todas las películas de Bogart, Rick es un anti-héroe, aunque este podría considerarse el más noble de toda su carrera ya que su amor por Ilsa es tan fuerte que esrá dispuesto a perderla y probar su suerte desafiando a los Nazis.
Mientras que hay un sinfin de escenas clásicas, mi predilecta siempre será el momento en que Victor Lazlo organiza a todos en el bar para interpretar la Marseillese y ahogar la canción que los alemanes están cantando a todo pulmón, dentro de todos los momentos «heróicos» que Hollywood ha creado en su fascinación por esta era de la humanidad, ninguno es tan humano como este.
Después de 80 años de existencia, tal vez a las nuevas generaciones les resulte trillada la historia pero eso solo demuestra la tremenda influencia que Casablanca ha tenido dentro del género romántico en la pantalla grande. ¿Podemos culpar a Ilsa por lo que le hizo a Rick? ¿Seríamos capaces de sacrificar nuestra felicidad como Rick lo hizo?
¿Existe otra canción en la historia del cine que simbolice al amor tan bien como «As Time Goes By»? Como siempre, la película ha sido criticada por su pobre representación de la gente de color pero yo pregunto si son necesarios muchos actores poco importantes o uno solo que sea tan importante como Sam (Dooley Wilson) quien actúa como el compás moral de ambos amantes y que con minutos de actuación deja una marca imposible de borrar en Hollywood.
Casablanca es un clásico irrepetible, de una época siempre imitada pero jamás igualada y aunque pasen ochenta o cien años, el mundo siempre dará la bienvenida a amantes como estos aunque el tiempo pase.
I’m Out!!!!!