Es increíble pensar que estamos cerca del vigésimo aniversario de Piratas del Caribe, aun recuerdo las primeras veces que fui a ver cada película al cine, y es que como muchos, tenía curiosidad de ver con que saldría disney al inventarse una película inspirada en una de sus mayores atracciones en los parques.

Pocos nos imaginábamos que una exagerada imitación de Keith Richards hecha por uno de los mejores actores de los 90’s, se convertiría en uno de los personajes mas queridos del cine. Y que esta sería la última franquicia original de un gran estudio y, sin miedo a exagerar, de Hollywood.

Piratas del Caribe, al estar inspirada en un juego mecánico, se aleja de la clásica adaptación literaria que ha dado a Hollywood tanto éxito, y también de adaptar un cómic como la marejada que ha plagado las salas especialmente en la última década. Y al ser un tremendo éxito pone a Disney y a Johnny Depp en la cima de la montaña donde lamentablemente nadie los ha podido alcanzar hoy en día.

La historia era simple: una aventura al estilo de las primeras películas clásicas de Disney alejadas de la animación, como su versión de La Isla del Tesoro, y que también recordaran a Errol Flynn en Robin Hood. Jerry Bruckheimer, élite de la producción, quería eso y más por lo que demandó combinar los mejores efectos visuales creados por computadora con efectos hechos frente a la cámara y un elenco principal de primera que estuviera rodeado por la crema y nata de los actores secundarios y de fondo.

Conseguir a los actores visualmente llamativos fue clave para que nos sumergiéramos en este mundo donde hay una isla repleta de piratas y mujerzuelas o un barco maldito o la peor tripulación que puedes conseguir cuando necesitas rescatar al amor de tu vida. Sin ese tipo especial de actores, POTC habría sido buena pero poco memorable y lo mismo ocurre con sus secuelas y sus piratas convertidos en criaturas marinas de terror.

A pesar de lo que está pasando en estos momentos en su vida, tenemos que hablar con cariño y mucho respeto de Johnny Depp cuando nos referimos a Jack Sparrow, perdón, al Capitán Jack Sparrow. Para las generaciones que vieron estas películas cuando niños, no entienden el impacto que fue ver al «rebelde de Hollywood» en una película tan comercial, Johnny era esa clase de actor que nadie sabía porque Hollywood no lo contrataba para grandes proyectos y siempre andaba trabajando con Burton o con los directores menos comerciales posibles por lo que verlo protagonizar algo de Disney hizo a Piratas mucho más llamativa y por lo que vimos, Johnny salvó la franquicia gracias a una decisión que muchos en Disney odiaron: hacer a Jack un ebrio excéntrico.

¿Se imaginan a Matthew McConaghey o Russell Crowe como Jack Sparrow? Esas fueron las inspiraciones que Elliot y Rossio tuvieron cuando crearon a Sparrow.

Tal y como le ocurre a Matrix, POTC tiene sus grandes fans que aprecian toda la trilogía y aquellos cuyo gran argumento es «la primera fue buena pero luego la complicaron con las secuelas». Yo pertenezco al primer grupo con mucho orgullo y es más, me atrevo a decir que la cuarta entrega tsmbién es excelente, la quinta es donde en verdad todo se fue al demonio.

Así como decimos que es imposible hacer algo similar al Señor de los Anillos, hoy en día es imposible hacer algo con la fórmula de Piratas del Caribe, incluso si se concretan los planes de la película con protagonista femenina y es que Hollywood ahorita está demasiado maleado en hacer franquicias gastadas y Universos Cinematográficos como para siquiera arriesgarse a intentar algo como Piratas. Disney trató con Jungle Cruise pero esa película es otra cosa genérica protagonizada por The Rock idéntica a todas las otras cosas genéricas que protagoniza The Rock.

Por esa razón es que Piratas del Caribe permanece como la última gran franquicia original.

I’m Aaaaaarrrr me mateys!