
Hoy cumple 58 años uno de los grandes del cine y lo digo así pues no solo se ha convertido en influencia de millones de cineastas modernos, también es una filmoteca andante como pocos directores lo son en estos días.
Tarantino ha destacado detrás de cámaras por ser un feroz defensor del cine de autor y de que las técnicas que han funcionado por 100 años siguen siendo ley pues se niega a filmar en digital y utiliza pocos efectos que requieran computadora más allá de eliminar edificios o cables de los dobles de acción. ¿Acaso esto lo detiene?
No necesariamente. Muchos detractores han apuntado a que el director se ha quedado atorado en el western, género que parece ser su favorito, pues con Django Sin Cadenas, The Hateful Eight y Once Upon A Time In Hollywood son el tema central pero Quentin ha dicho que más bien ha tratado de evitar la época moderna pues le resulta poco interesante y sobresaturada en Hollywood.
Más allá de sus primeras películas (incluyendo los dos guiones que vendió a otros directores) Tarantino se mantiene lejos de los últimos 30 años y esto le da espacio para jugar con la estética más alocada de los 70’s y 60’s. incluso Jackie Brown, su única adaptación, parece más ambientada en los 70’s que en la época en la que realmente ocurre.
¿Pero qué ocurre con Kill Bill?
Bueno, la historia de Beatrix Kiddo es algo especial pues ocurre en un mundo paralelo donde las espadas samurai son cosa de diario que hasta se permiten en los aviones o donde maestros de artes milenarias todavía habitan entre nosotros, por lo que no debemos considerarla «tiempo moderno».
Este tipo de historias y su creación de la «realidad alterna» le dejan manipular eventos, algunas veces para reparar errores (como en OUATIH) y otras para cuestionarnos «¿qué hubiera pasado?» Como en Django Unchained, por eso mismo no le debe nada a los libros de historia o a la verdad, para todos aquellos que sigan ofendidos por su versión de Bruce Lee.
Su amor por hacer cine «de la forma antigua» lo hace demostrar que si puede coexistir con el falso cine computarizado de los estudios, que no odia, pero jamás lo verás trabajando para Marvel o DC a menos de que sea con personajes que pueda adecuar a su estilo, como su intención de hacer una película de Luke Cage homenajeando a la blaxploitation de los 70’s.
Por esto mismo, el «Cinema Tarantino» no es para todos pues no muchos están dispuestos a soportar sus largas escenas pesadas de diálogo y/o violencia pero él lo dice mejor «es la única forma de mantenerte interesado y despierto en una era donde la atención está en pantallas más chicas, además la violencia en el cine es divertida».
Aunque ahorita se encuentra feliz escribiendo libros, cuidando de su pequeño de 2 años y en espera de su segundo, Tarantino también dedica gran parte de su tiempo a revivir el gusto por películas Serie B que en recientes décadas reciben poco o nada de apoyo comercial a pesar de haber sido la espina del cine en los 60’s y 70’s. Estas cintas son también la fuente de inspiración para todas sus películas y escucharlo hablar en el podcast de New Beverly Cinema o cualquier entrevista es como para hacer una lista de todas las cosas que menciona y buscarlas en internet para saber más del cine. Lecciones gratis.
I’m out!!!!