
The Batman está siendo un rotundo éxito con críticos y fans, pero tal vez se trate de que el héroe más famoso del mundo simplemente no puede fallar.
Eso te dirán muchos que buscan justificar su odio o repudio a una guerra entre marcas que solo existe en su mente. La verdad es que se requiere de un gran actor para tener un gran Batman, de lo contrario terminamos con cosas como Batman y Robin.
Más allá de la excelente música, la gran historia y la cinematografía, debemos analizar el tremendo riesgo que Warner y DC tomaron al elegir a Robert Pattinson.
Tras la salida de Ben Affleck por diferencias creativas y adicción al alcohol, el mundo estaba pendiente de quien sería el siguiente «Hombre murciélago». Algunos se iban con la opción más absurda y segura que es siempre elegir a Jon Hamm (Mad Men) porque su apariencia física da para un Bruce Wayne salido de ciertos cómics, aunque si me preguntan a mi, ser bueno en una serie pero no destacar en nada más se siento como una «Red Flag». Otros decían un sinfin de actores jóvenes o reconocidos pero el mundo colectivamente gritó «¡¿QUÉ?!» cuando Matt Reeves y Walter Hamada anunciaron que Robert Pattinson era el elegido.
No negaré que incluso yo, que me volví fan de este actor por su impecable trabajo en el cine independiente, vi con malos ojos esta noticia al principio y es que aunque uno no quiera, la imagen que todos tenemos quemada en nuestras mentes al escuchar su nombre es la de ese vampiro «disco ball» brillante de Crepúsculo.
¿Era una broma? ¿Un error? ¿Transformarían a Batman en un drama juvenil o en una absurda comedia marvelita? Todas esas preguntas explotaron en redes sociales junto con un maremoto de insultos y burlas que daban por muerto a DC y a Batman.
Poco a poco los cinéfilos con más pasión por el buen cine justificaron esta elección como algo interesante y es que solo falta ver Cosmopolis para saber que será un buen Bruce Wayne y Good Times para perder todo el miedo.
La filmación comenzó y uno de los primeros videos filtrados no ayudó mucho pues vimos a Batman caerse de su motocicleta, no importaba que ese no era Pattinson sino su doble de riesgo, la primera imagen de este nuevo Batman era torpe para el público general y a esta le siguió la tremenda presentación de Pattinson ya con el traje en ese fondo rojo. Imponente sin duda pero por alguna razón decidieron no mostrar las orejas de la capucha y eso fue suficiente para que canales como How It Should Have Ended o conductores como Erick Voss hiciera burla de que a lo mejor las orejas de Batman eran enormes.
Miren, yo odié a Pattinson en Crepúsculo hasta antes cuando le decía «cara de pala» en Harry Potter y el Cáliz de fuego, yo lo odiaba, tu lo odiabas, todos lo odiábamos pero llegó DC FANDOME el primer evento masivo virtual que DC armó durante la pandemia y cuyo evento principal fue The Batman y wow, wow, wow, ese primer trailer me dejó con la boca abierta. El traje era perfecto, su voz quedó muy bien y ¡era brutal! Nadie pudo hablar de otra cosa ese mes de agosto, cualquier duda que teníamos se fue cuando vimos a Batman golpear a ese pandillero y declarar que «él era la venganza»
Pero un retraso de un año puede hacer muchas cosas y por 6 meses sin otro trailer, las dudas volvieron a salir, rumores de que Robert decidió no entrenar para el papel, los chismes inventados por los fanáticos de Snyder sobre como WB estaba molesto con Pattinson e iban a cancelar el estreno, todo era caos pero por suerte había llegado el tiempo de un segundo trailer más en forma que creo que he visto más de 100 veces y la maquinaria de marketing comenzó.
Poco a poco llegó febrero y el comentario que los críticos dejaban salir era que Pattinson era Batman en la mejor manera posible. Finalmente llegó la semana de estreno y como buen fan de Batman que he sido por más de 30 años me arriesgué a ir al cine (cosa que no he hecho mucho por la pandemia) y fui con expectativas demasiado altas, sin spoilers (de nuevo algo raro para mí) y con la ilusión de que no fuera una película de comics del montón como muchas de ahora.
Hoy puedo confirmar que definitivamente ¡ROBERT PATTINSON ES BATMAN! Y en mi opinión uno de los mejores -mi nostalgia evita que le gane a Michael Keaton y seamos sinceros, el mejor Batman siempre será Kevin Conroy-. Este es el detective que he leído en innumerables cómics, el personaje que infunde miedo en todos pero también es el hombre roto que ha matado su identidad para envolverse en su venganza y esta vez no se trata de vengar la muerte de un amor platónico como lo que tiró al Bruce Wayne de Bale en TDKR. Es la primera vez que voy al cine y puedo decir ¡ESE SI ES EL BATMAN DE LOS CÓMICS» y le faltan por lo menos dos películas para evolucionar más pero si este es su comienzo, babeo al imaginar como será su despedida.
En estos días he visto videos de las diferentes premieres alrededor del mundo y las apariciones sorpresa de Pattinson en funciones dentro de cines de Los Ángeles. Escucho los gritos de emoción y apoyo, incluso escuché a un tipo gritar «I love you Batman!» Frente al actor y me sorprende el poder que Matt Reeves y Robert han logrado en pocos días con los fans más necios dentro del fandom de DC, aquellos que critican cada elección como si se tratara de la segunda venida de Jesús, esos que odiaron a Keaton, a DeVito, a Kilmer, Carrey, Bale y si, esos que ODIARON a Heath Ledger al principio y que ahora tienen memoria selectiva negando esos posts que viven eternos en internet. Robert Pattinson, un joven actor que, como tú, odia la franquicia que lo hizo famoso, es hoy alabado por los mismos trolls y haters que hace tres años querían quemar las oficinas de DC por haberlo elegido.
Eso definitivamente lo hace uno de los mejores Batman porque lo único que puede sorprender más que un teen star logrando borrar su pasado en días gracias a batman es si pusieran a Justin Bieber como Joker y nos cerrara la boca.
I’m Out!!!!