
Como cada año, han aparecido personas en redes sociales que, empujados por su fanatismo y una tremenda falta de interés por ver algo más allá del cine comercial, se avientan críticas pueriles sobre la importancia del premio Oscar y esta vez la barra de calidad o inteligencia está muy baja.
Tras las nominaciones del martes pasado, Seth Rogen -actor de películas mariguanas y parte de ese grupo de jóvenes actores que dedicaron gran parte de la primera década del nuevo siglo a arruinar la comedia hasta hacerla desaparecer- se lanzó a Twitter a criticar el que los votantes de la Academia no pusieron a Spider-man: Sin Camino a Casa entre las diez películas nominadas como las mejores del año ¡vaya desgracia!
Ya he admitido que a pesar de un guión bastante pobre, la tercera película de esta versión de Spider-man es la mejor de la carrera de Holland pero no gracias a algo ajeno a la inyección de nostalgia que fue traer de regreso a Tobey Maguire, Andrew Garfield y todos sus villanos. La nostalgia vende y por alguna razón estamos tan jodidos emocionalmente que necesitamos que nuestra cultura pop recurra a la cultura pop del pasado para emocionarnos por un par de horas.
El que esta película sea entretenida y que se encuentre actualmente en el sexto lugar de las más taquilleras de todos los tiempos NO QUIERE DECIR QUE SEA UNA PELÍCULA DE CALIDAD.
Un chicle es delicioso y nos mantiene la boca ocupada por unos minutos, pero no por eso le vamos a llamar comida y menos gourmet, vaya, yo no lo llamaría ni comida corrida. Lo mismo ocurre con esta película y el 99% de las películas de superhéroes.
Allá por 2008 se armó un alboroto parecido con The Dark Knight porque pues en aquel entonces solo se nominaba a cinco películas. La gran diferencia entre la secuela dirigida por Nolan y la tercera aventura de Tom Holland es que TDK aportó algo jamás antes visto. Por primera vez una película de superhéroes dejaba de lado la teatricalidad y farsa de los cómics y centraba a sus personajes en un mundo real con una historia más cercana a lo que podemos ver en las noticias. Si quitas el traje de Batman, todo lo ocurrido es posible en nuestro mundo ¡eso la hace más importante que las películas de antes y las de ahora!
Oye pero Black Panther si fue nominada…
Bueno, existe un problema en Estados Unidos y Hollywood que se llama racismo, pasa tsmbién en el resto del mundo pero a Hollywood le encanta aparentar estar en contra del racismo y viendo que BP fue una película con un héroe de color (aunque no la primera) que llamó la atención de muchos y ganó más dinero del que sospechaban que iba a ganar, la Academia vio la oportunidad de usar su bandera y decir «nosotros somos amigos y cool, miren, nominamos a su película de gente de color» pero solo fue un ardid publicitario igual a hacerlos pensar que el fallecido Chadwick Boseman iba a ganar el Oscar el año pasado, solo querían subir el rating.
Ese es uno de los grandes problemas actuales de la Academia, creen que lo importante es ser un show popular y los lleva a tomar decisiones estúpidas. ¿Titanic merecía ser Mejor película? NO, ese año tenía que ser para L.A. Confidential pero si ganaba Titanic la audiencia subiría.
¿The Hurt Locker merecía? Tampoco pero estaban saliendo de la guerra contra Irak y necesitaban mostrar que Hollywood apoyaba a sus tropas.
Hay muchas cosas chuecas con la Academia pero una de que deben evitar como la plaga es caer en el fraude del populismo, para eso ya existen los Kids Choice Awards y los People’s Choice donde Marvel gana cads año y Adam Sandler es el actor más premiado. No tienen que ser la Berlinale o Cannes pero casi, porque aun poseen cierto prestigio entre cinéfilos y en el medio y aplaudirle a una película populachera como No Way Home por simples ratings los rebajaría a cualquier vil show de concursos de la televisión abierta.
Ahora que dejando atrás a las masas de redes sociales, hay que ver quienes iniciaron este desastre mediático. Seth Rogen acaba de cavar su propia tumba ya que este año protagonizará el siguiente proyecto serio de Steven Spielberg que sin duda irá por varios premios en 2023 ¡y ahí si le van a importar los Oscares!
Jimmy Kimmel, un conductor de late night famoso porque ahora pasa más tiempo llorando en su programa y que prefiere que no recuerdes sus años misóginos en The Man Show.
Y Kevin Smith un director mariguano que dio voz a la Gen X en los 90s con comedias juveniles que retrataban a los pubertos justo como eran y cuya última película interesante fue Dogma y ahora también se ha entregado a la nostalgia de sus mejores épocas además de también llorar por todo desde las secuelas de Star Wars hasta Batman vs Superman.
Tres celebridades que nunca intentan hacer algo más allá de lo fácil y vulgar porque eso les da dinero, sobra decir que Rogen es el creador y actor de la actual mini serie Pam y Tommy que fuera del shock del segundo capítulo (que incluye una escena con un pene parlante) la historia es un absoluto desastre. Pioneros de nada son estos.
Parece un sueño guajiro y una misión imposible pero algún día el MCU no tendrá otra opción que hacer algo fuera de su gastada fórmula y DC, quien tiene más aciertos en ese aspecto pero tampoco se salva de caer en el ultra populismo nostálgico, le seguirá y probablemente la Academia no tenga más remedio que admitirlas en la gran categoría, pero ambas compañías solo buscan tu dinero y si tu no pides calidad, ellos no te van a dar calidad y la taquilla jamás debe ser premiada con un Oscar.
I’m Out!!!!!