Sinopsis: Ya todos la vieron, ya sea en el cine o en redes sociales.
Ya podemos hablar de Spider-Man: No Way Home, la última cinta de Tom Holland de la mano del MCU, y por supuesto el festival de nostalgia. Marvel cumplió todos los sueños de fans al darnos aquello que estuvimos pidiendo y eso se les agradece. Además es la primera vez que Peter Holland, realmente tiene una película donde se hable de él y no de como Stark afecta su vida.
La cinta no es perfecta, tiene relleno y creo que pudieron usar de una mejor manera a los otros Parkers, no que su participación fuera mala pero pudimos tener una hora o más de los tres juntos en lugar de tan solo 30 minutos, pero fuera de varios errores ya comunes en las películas de MCU, el cierre de Spider-Man vale mucho la pena con momentos que no habíamos tenido desde Gwen Stacy. Ver fallecer a Tía May es uno de los puntos más altos de todo el trabajo de Marvel en el cine, y por supuesto el momento más importante de Holland como el Hombre Araña.
Comencemos con un pequeño y diminuto detalle que me molesto. Al igual que en miles de películas, la cinta sufre de un exceso de personajes y un muy mal balanceo de tanto villano, pero me duele ver a Alfred Molina literalmente cobrando un cheque, me emociona ver a Octupus de regreso pero se nota que Molina está en contra de la pantalla verde lo cual hace que su actuación muy plana, Sandman es un villano que salía sobrando por completo teniendo a Michael Keaton y Jake Gyllenhall en la cartera.
Willem Dafoe es el MVP de este show, no hay nadie que disfrute tanto a su personaje como este señor, la calidad actoral; así como la presencia escénica que Dafoe le da al duende verde llega a grados del Joker, Dafoe parece jamás haber olvidado a este personaje y su regreso es terrorífico y en verdad pone a sufrir a Parker en más de una ocasión y sin él esta película hubiera sido plana y mundana.
Ahora bien, el momento que todos esperábamos: cuando los tres Spider-Man se unen en batalla, la pelea actoral de los tres quedo clara y resuelta. Tobey Maguire demostró que ya la edad le está cayendo encima y que fuera de nostalgia era un Spider-Man sumamente caricaturesco, cosa que funcionaba en su época pero que actualmente no, esta nueva versión de su Peter Parker se siente un poco forzada. Tom Holland llego al mejor punto de su carrera dentro del traje pero queda succionado por las otras dos presencias quienes lo entienden mejor. Pero no hay mayor emoción que ver a Andrew Garfield como Spider-Man, he oído muchas veces como este actor es fanático del personaje y se nota de miles de maneras, tener a los tres ayuda a aclarar las dudas pues nadie logra contra la improvisación y carisma de este hombre. Garfield se roba cada segundo en pantalla y demuestra quien es el mejor Spider-Man.
Lo que nos gustó: El festival de nostalgia, la pelea final y que Marvel por fin le dio una buena película a Spider-Man que le da a los fans de todas las generaciones un poco de lo que siempre quisieron ver con momentos que si serán recordados en el futuro.
Lo que no nos gustó: El exceso de personajes, un final desinflado y que honestamente pudieron aprovechar mejor a los demás Spider-Man.
Camino al Oscar: fuera de música o efectos visuales la verdad no creo que la cinta tenga mucho por donde competir.
9/10