
Va a sonar extraño pero esta es la película menos «Edgar Wright» de la carrera de Edgar Wright. Estamos tan acostumbrados a su estilo de edición rápida que va mano a mano con la excelsa rocola que pone de cama para sus guiones que creemos que ese es su estilo, pero Wright es un director cuya firma es saber adaptarse a lo que la historia necesita.
Last Night In Soho cuenta la historia de Eloise (Thomasin Mackenzie) llegando a Londres para estudiar diseño de modas y como le cuesta trabajo adaptarse a la cruel ciudad al mismo tiempo que comienza a tener vividos sueños sobre una chica en los 60’s.
Wright me deslumbró temprano en su carrera cuando conocí su excelente serie Spaced y desde ahí lo he colocado en la misma montaña de héroes donde tengo a Kubrick, Tarantino, Burton y Scorsese porque al igual que ellos podemos verlo madurar en cada cinta, desde la comedia zombie de Shaun of the Dead hasta la adrenalina a kilómetros/hora de Baby Driver y puedo entender si algún fan considera que Soho es mucho más lenta pero este parece un proyecto que Edgar ha planeado desde que filmó el trailer falso de «DON’T» para Grindhouse.
Mantiene a Londres del 2021 como algo peligroso y aburrido mientras explota todos los colores que pueda en los «swinging sixties» de Londres donde todo parece fashion, sexual e inocente. Pero lo que Wright trata de contar es como el acoso a la mujer es una verdadera película de terror que parece no cambiar en los últimos 50 años.
Si, Wright está predicando de manera aterradora, pero no solo para un lado del espectro, el golpe va para todos pues Eloise (que tiene una mente muy poderosa) es bulleada de la nada por su roomie que parece proteger su patética vida siempre queriendo ser el centro de atención pero la protagonista también comete el error de admirar demasiado el pasado hasta que descubre que los 60’s no fueron de color rosa como muchos los pintan.
Las dos protagonistas, las ultra talentosas Thomasin Mackenzie y Anya Taylor-Joy demuestran aquí porque son las IT GIRLS del cine actual con poderosísimas actuaciones que, al igual que la película, parecen bailar con facilidad entre el glamour y el terror, siendo Thomasin la que está presentando sus credenciales para ser la nueva Scream Queen. La paranoia en la que Eloise desciende te atrapa y asusta porque aun con las imágenes paranormales sabes que es un terror muy común.
Wright evoca a Hitchcock de la manera más respetuosa, aunque siento que Edgar sabe que Alfred era justamente el tipo hombre que presenta en Soho, pero algo que el maestro del suspense sabía hacer era asustarnos con lo mundano ya fueran pájaros, una soga o una ventana.
Last Night In Soho no es para todos, algunos no la entenderán, otros se ofenderán tomando solamente un lado de la conversación pero todos deberán admitir que esta es una de las mejores de su repertorio y quiero ver más terror psicológico de la mente de Wright.
9.5/10
I’m Out!!!!!