La nueva versión de Pinocchio, personaje que en los próximos años será muy popular, ha llegado y la verdad fue una grata sorpresa encontrar que esta adaptación italiana decidió mostrar un poco más al niño de madera como un ser humano con muchos problemas en lugar de un niño tierno. Gracias a un impresionante trabajo de maquillaje creemos que estamos viendo a un niño de madera; anexo a todos los demás personajes de fantasía que esta historia nos trae, esto es tan bueno que jamás diferenciamos entre maquillaje y efectos visuales.
Lo mejor de esta película es su capacidad para separar la fantasía de la realidad pero mantenerlas juntas todo el tiempo, no hay un momento donde se rompa la línea del tiempo y todos actúan como si lo que vieran es normal esto es gracias a que la historia está contada desde los ojos de Pinocchio quien al final es un niño por lo que ve normal todo el mundo de fantasía, mientras que la gente adulta interactúa muy poco con estas criaturas y al hacerlo tienen esa habilidad de hacerte notar que solo es la marioneta quien ve a estos seres de otro mundo.
Finalmente tenemos al Federico Lelapi quien hace un impresionante trabajo como la marioneta, este niño es capaz de hacernos creer que su cuerpo es de madera gracias a sus movimientos pero sobre todo es un gran guía por la vida de un niño berrinchudo y desobediente que jamás aprende la dura lección de la vida hasta que ya es demasiado tarde, si bien por más de un ahora estás esperando que Pinocchio aprenda la lección cuando llegamos al desenlace nos hace sentir como que de verdad ha aprendido algo sobre la vida y el cambio es tan extremo que no queda duda de lo que estamos viendo.
Pinocchio no es una película para todo mundo, si bien es algo lenta al mero estilo Italiano, la dinámica es muy diferente a cualquier versión que hayan visto anteriormente pues aquí todo lo toman con un toque menos infantil.
8.5/10