Las comedias románticas usualmente no proponen nada nuevo por lo que pasan desapercibidas y solo entretienen a un cierto número de gente, cuando buscó una película de amor estoy esperando algo más. Podríamos decir que desde la creación de Romeo y Julieta todas estas historias están basadas, en su mayoría, en la historia trágica de estos dos jóvenes, Silver Skates es una versión más de lo mismo pero con algo que la hace destacar bastante.

El romance entre dos jóvenes de status sociales totalmente diferentes va creciendo gracias a un accidente, pero además de hacernos viajar a un bello y blanco San Petersburgo donde la elegancia y ostentosidad de la cultura rusa nos absorbe esta película se encarga de darte algo más que solo amor. Es cierto que la parte fundamental es como estos dos jóvenes luchan por estar juntos pero todo lo que los rodea es una historia mucho más interesante, un joven pierde su trabajo y se ve obligado a transformarse en carterista junto a un grupo de jóvenes que están en contra de aquellos que aún creen en la monarquía y su extremo abuso de poder.

La historia de robo y lucha entre policía y ladrones es lo que más te llama la atención, aún más gracias a las enormes secuencias de patinaje que acompañan esta película pues en lugar de grandes escenas de acción tenemos enorme persecuciones sobre hielo, lo que la vuelve sumamente original. Por otro lado tenemos a una mujer con la sed de aprender que se le está negando por el simple hecho de su género. Silver Skates es una película sencilla pero cumple con las expectativas y resulta visualmente una sorpresa para el espectador.

9/10