La primera temporada era una secuencia que seguía Love, Simon pero con ligeros cambios que la hacían más original y esos cambios ahora dan frutos en una segunda temporada que supera por mucho a la primera.
Love, Victor se encarga de contarnos esos primeros pasos fuera del closet de una manera muy sutil pero que cualquier homosexual podría sentirse identificado; la vida no se hace más fácil una vez que decides decírselo al mundo, la presión social así como realmente vivir tu vida definiendo todo lo que eres se convierte en la lucha personal de la que muchos no hablan. Sin entrar en drama vemos a Victor sufrir los estragos de enfrentarse a la sociedad, que espera de él seguir los erróneos estereotipos que se han creado de la imagen del hombre gay, el rechazo de aquellos que creía compañeros, la dudas, el miedo sobre el sexo y el paso más complicado, seguir siendo uno mismo a pesar de tus preferencias sexuales, pues parece que estas deberían cambiarnos como persona.
Victor experimenta algo que es más común de lo que parece, la clásica relación entre el gay experimentado y el primerizo es mostrada aquí con detalles muy pequeños; uno espera vivir la vida y el otro está conociendo el mundo, un problema que parece pequeño pero que en realidad no lo es. Por otro lado está la familia de Victor, que sigue siendo lo mejor del show, hemos tenido miles de historias sobre aceptación pero esta serie captura la reacción latina de una manera muy singular, nuestra cultura es un poco más cerrada debido a las ideas religiosas con las que crecemos, esta temporada lo expresa de una manera excelente. Aquí deciden que el padre de Victor sea quien tome la batuta para ser el que trabaje en aceptar y amar a su hijo dejando a su madre como la parte que rechaza la noticia, esto ya es un gran giro pues usualmente el padre es el negativo. La madre no rechaza a su hijo porque si, sino que trabaja en ello encontrando la verdad acerca de la institución donde se refugia como una religión que no apoya a alguien que ella ama.
Ver como la mama de Victor trabaja en sí misma para llegar a ese punto donde acepta todo lo que viene es lo mejor de la serie, seguido de la historia de Felix quien es uno de esos personajes secundarios maravillosos que tiene que lidiar con una persona con depresión que le consume una parte de su vida pero a la par es la parte que más le da felicidad.
Love Victor logra superarse y ser una gran exposición de lo que dar los primeros pasos fuera del closet mezclada con las clásicas historias de amor y familia lo que la vuelve uno de esos shows que vale la pena ver.
9/10