El fin de semana pasado se estrenó la película número 24 de Pixar llamada «Luca», que cuenta la aventura de un pequeño monstruo marino que con la ayuda de su nuevo amigo Alberto, sale a explorar la superficie.

La cinta es simple y entretenida ¿Pero acaso estamos ante lo más cerca que Disney y Pixar estarán de tener personajes LGBT en sus películas?

Por supuesto que una compañía tan grande como The Walt Disney Company, con mira a China como su mercado más grande y con una agenda ultra conservadora, no va a admitir públicamente esto porque el miedo al Gran Dios Dinero puede más que cualquier causa humana, pero no sería la primera vez que Disney esconde personajes LGBT en sus películas. Ahí tenemos a Plickley el alien queer de Lilo y Stitch que cambia de aspecto género-normativo tan fácil, ¿o que tal Merida de Valiente? Y no hay argumento que pueda refutar la idea de que Elsa es totalmente gay en Frozen así que ¿quién dice que Luca y Alberto no lo son?

Claro que una metáfora se adapta a muchas cosas en diferentes tiempos y distintos ojos pero hay un momento que sella este hecho para mí. Algo que la abuela de Luca dice casi al final

Algunas personas nunca lo aceptarán, pero otras si y él sabe como encontrarlos

Luca 2021

Esa es la realidad no solo de la gente LGBT sino de todos pues tendemos a buscar a aquellos que nos aceptan como somos y se vuelven esa familia que creamos más allá de los lazos sanguíneos, es lo que nos une a una persona especial. Porque no hay nada más importante que estar feliz y tranquilo con uno mismo por dentro y es lo que Luca logra al final: se acepta y sale al mundo a definirse.

También tenemos que entender que el problema con tener que esconder la realidad de nuestra sociedad mundial y buscar conexión en medios populares y masivos es porque Hollywood a apoyado la falsa idea de que un hombre no puede estar en contacto con sus sentimientos y si lo hace «es débil». Luca es un personaje sentimental al que sus padres constantemente le dicen que «no» y que «tenga miedo de otros», lo mismo sucede con Alberto, su padre lo abandonó por «curioso y por nunca encajar» entonces él muestra sus miedos de manera agresiva porque asume que si la persona que supuestamente debe amarte te odia, entonces todos van a odiarte si te muestras como eres. Luca en parte trata de enseñar que hay que romper esas viejas enseñanzas y lo hace con «la tercera en discordia»: Giulia.

Ese momento en que Alberto quiere mostrarle a Luca que hasta su nueva amiga le tendrá miedo y que toman su sorpresa como ataque para que Luca reaccione mal traicionando a su amigo es muy, muy fuerte y pasa demasiadas veces no solo con gente LGBT sino con cualquiera que se «salga de la raya» un poco en cualquier aspecto social. Lo que hace maravillosa a Giulia es como inmediatamente después avienta agua a Luca y le pregunta por qué no confió en ella, cuando le dice que ahora es tarde pues Luca ha complicado todo, ella se refiere a que Ercole ha creado una escena y el pueblo está cazando monstruos sin querer entender, porque las masas nunca entienden.

El director hace tremendo trabajo al mostrar en la carrera final que hay pocos habitantes del pueblo en las calles viendo la carrera durante la lluvia, están separados o en pequeños grupos porque así es como se convence a la gente para que entienda, se empieza con una o dos personas y poco a poco Luca y Alberto tienen a gente que los ve como realmente son pero no los persiguen y cuando llegan a la meta -donde si hay muchísima gente- ya tienen apoyo y por eso los reconocen por sus nombres, no por lo que son ¡eso es tremendo!

No espero que Disney haga algo drástico en sus animaciones por muchos años porque todavía se requiere más tiempo para cmabiar las cosas, pero Luca es un gran avance que puede ser un mensaje para cualquier persona.

I’m Out!!!!