Estamos celebrando el 30 aniversario de Robin Hood: Príncipe de los ladrones, película protagonizada por Kevin Costner, Morgan Freeman y Alan Rickman. Pero me di cuenta de algo muy interesante: Esta película es la base para Batman Begins.
Batman Begins (ó Batman Inicia) marcó el regreso de uno de los superhéroes más importantes tras casi una década alejado de la pantalla grande debido a una horrible secuela protagonizada por George Clooney, y cuenta el origen del héroe desde la muerte de sus padres hasta sus primeras semanas como el protector de Gotham.
¿Pero cómo es que me atrevo a comparar esta película de Christopher Nolan con una versión Hollywoodense de una leyenda británica? Pues bien aquí les va:
Robin Hood enfoca su inicio en el encarcelamiento de un joven privilegiado durante las Cruzadas, uno que decide luchar para alejarse de su padre y todo lo que conlleva ser un lord en aquella época. Este es un rito que el héroe debe pasar para entender a la gente menos privilegiada. Bruce hace lo mismo hasta el punto en que desafía a sus captores tal como Robin lo hace para mostrar «honor británico». Bruce y Robin incluso hablan de conocer el hambre y de lo que es capaz una persona sin mayores recursos con tal de proteger a alguien más débil.
El Sherriff de Nottingham, perfectamente interpretado por el difunto Alan Rickman, es la muestra de que el gobierno está completamente sumergido en la corrupción al punto de armar un plan para derrocar al rey con el apoyo de otros Lores. En Batman Begins constantemente vemos que «el sistema de justicia está roto» y que la corrupción está consumiendo a la ciudad con personas como Flask en la policía, Earle al frente de Wayne Enterprises y Jonathan Crane al frente del Asilo Arkham que curiosamente tienen una contraparte que ha perdido la esperanza de luchar contra la corrupción (Gordon, Fox y el Abogado Distrital para quien trabaja Rachel). Al igual que los hombres escondidos en Sherwood, Robin y Batman llegarán para motivarlos a luchar por los ideales de justicia que creen perdidos.
Mientras tanto, nuestro héroe busca demostrar a la mujer que le gusta que no es un presumido pomposo y arrogante como lo recuerda. Marion tiene malos recuerdos de Robin molestándola constantemente y Rachel ha pasado años decepcionada de su amigo tras el juicio de Joe Chill.
Por si esto fuera poco, ambas películas se alejan de la vestimenta tradicional de sus héroes para mostrarlos más realistas: Robin jamás usa nada color verde ni un sombrero con una pluma como es tradicionalmente dibujado y por su lado Nolan se tomó el tiempo necesario para mostrar a Bruce armando su traje de diferentes piezas que iba pidiendo prestadas o compraba, sus guantes son los que se trajo de sus días en la Liga de las Sombras.
Los villanos principales reciben asistencia de personajes que usan trucos, decepción y mentiras para crear una personalidad más aterradora. El Espantapájaros utiliza la droga de la liga y una máscara para intimidar mientras que en Robin Hood, el Sherriff es ayudado por una bruja que (si ven la edición extendida) resulta que no tiene grandes poderes sino una red de espionaje para hacer sus predicciones y utilizar la superstición de la gente a su favor.
Y como extra: Ambas películas tienen a Morgan Freeman entregándole tecnología a los personajes principales. En Robin Hood les presenta el telescopio, la pólvora y el parto por cesárea mientras que en Batman Begins la tela con memoria, el traje de Kevlar y el Tumbler.
Lamentablemente, una ventaja que Robin Hood tiene sobre Batman es la increíble canción interpretada por Bryan Adams.
I’m Out!!!!