La primera parte de esta serie mexicana me sorprendió por tener ese toque americano con el filtro de novela tradicional del país, y a pesar de no ser perfecta tenía una historia entretenida que te hacía dudar de todos los personajes e intrigarte por su participación en el supuesto asesinato, sin resolver nada nos anunciaron una segunda temporada que llegaría este mismo año y aquí nos encontramos el día de hoy.
Esta segunda temporada demuestra lo que pasa cuando tu historia no da para más pero te ves obligado a alargarla innecesariamente cayendo en el típico problema del entretenimiento nacional. Sara no muestra nada entretenido y en cambio busca complicar tanto las cosas que terminas aburriéndote de una historia que sólo da giros y giros para “sorprender al público” pero que no llega a un punto en concreto. Sacando personajes de la nada para dejar a los protagonistas libres de toda culpa es como incluyen a Nicandro y Marifer; dos personajes que no aportaron nada en la temporada anterior y ahora resulta que vienen a complicar las cosas.
Otro detalle son las historias secundarias que utilizan para poder mantener vivo a ciertos personajes puesto que su participación en el caso principal es básicamente nula, de igual manera nos enfocamos tanto en el presente que el pasado queda olvidado, muchas reglas puestas por el mismo mundo de Sara no se cumplen. Por otro lado el personaje de Sara queda reducido a una víctima que parece merecía todo lo que le está ocurriendo; un personaje bastante entretenido al inicio y ahora sólo deseas que se muera.
¿Quién Mató a Sara? Es una pérdida de tiempo de muchas maneras diferentes, no logra ser tan entretenida como su antecesora y la obligada tercera temporada provoca que el final se sienta tan vacío y sin chiste.
7/10