La nueva película de Idris Elba nos presenta la vida de los famosos vaqueros de Detroit. Lo que parece una leyenda, una de esas historias que te contaría tus abuelos, resulta ser algo muy real; estas personas habita las calles con la tradición de criar caballos. Concrete Cowboy tiene un solo objetivo y es presentarte a esta gente, que sepas de su existencia y que las cosas son muy complicadas para ellos debido al tipo de vida que llevan, pero tras casi dos horas de cinta terminas preguntándote y para que fue esto.

La trama es simple y está mal desarrollada, una vil excusa para esta especie de documental. Un niño problema es llevado a Detroit para vivir con su padre en una jugada desesperada de su madre, aquí aprenderá lo que son dos mundos: uno donde se debe trabajar para conseguir lo que uno quiere y otro donde las consecuencias puede quitarte la vida. Por aproximadamente media hora vemos a este joven meterse en problemas al hacer amistad con un viejo conocido que está en el mundo de las drogas y al mismo tiempo vamos viendo como conoce la vida de su padre.

El conflicto entre padre e hijo no tiene desarrollo y la historia alterna de drogas está metida a la fuerza; no entiendo cual fue el objetivo de hacer esta cinta que hace algo similar a Nomadland y ocupar verdaderos vaqueros para contar su vida, tierna en muchos aspectos pero sin nada de jugo que exprimirle; por lo que no te deja nada en la vida, simplemente existe y ya no aporta nada interesante.

7/10