Camino al Oscar: ¿Son las ceremonias de entrega necesarias?

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Tras un año caótico, por fin llegó la temporada de premios (aunque quedan dos meses para el Oscar) con unos Globos de Oro extraños, mucho más que otros años.

La gran diferencia fue la sana distancia que se guardó durante el evento donde las dos anfitrionas estuvieron en dos escenarios diferentes ¡en dos estados diferentes! Y fuera de los famosos anunciando a los ganadores, todos los nominados estaban en sus casas o en hoteles via Zoom.

Esto sumado a la cantidad de problemas técnicos que hubo demostró una terrible realidad:

Las ceremonias no son necesarias.

La historia nos dice que la primera ceremonia de los Premios Oscar, allá por 1929, duró un total de 25 minutos y los nominados ni estuvieron presentes. Con el paso del tiempo la duración se alargó hasta aquel año en que duró 5 horas y ahorita ronda las 4 horas.

Estos eventos que apapachan a una industria que de por sí se siente lo más importante del mundo, le gustan al público en general para ver a sus estrellas favoritas desfilar por la alfombra roja con vestidos exclusivos de grandes diseñadores, es una oportunidad de verlos fuera de los personajes que interpretan, pero internet y las redes sociales han hecho de eso algo de cada día, las estrellas están más conectadas a sus fans en Instagram que en una pasarela bajo el sol de California.

Luego está el problema de que el interés por las películas nominadas se ha reducido bastante. El público sabe que películas de Marvel no van a ganar nunca el gran premio y la extrema popularidad del cine «blockbuster» ha hecho que las películas «oscareables» sean más exclusivas para los ultra amantes del séptimo arte. Joker el año pasado fue una de las llamativas pero si la comparamos con Gladiador palidece y siendo honestos cualquier película medianamente popular de los últimos 10 años que haya estado nominada a los Globos de Oro o al Oscar no ha sido lo suficientemente «digerible» para la audiencia general como lo fueron El Señor de los Anillos o Titanic.

Si ahora le sumamos el que las estrellas están sentadas en sus casas o cuartos de hotel, viendo la ceremonia como nosotros, algunos arreglados y otros (como Jason Sudeikis) en pants, pues ¿cuál es el gancho?

¿Qué hace a estas ceremonias relevantes en el año 21 de este nuevo siglo?

Ser la película «ganadora del Oscar» ya no atrae al público tanto como decir que es la más taquillera o la que tiene mejor rating en Rotten Tomatoes. Un actor u actriz ganador del Oscar no siempre termina siendo el más popular o el que recibe los mejores contratos ¿entonces para que tanto show?

I’m Out!!!!!

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