¿Cómo comenzamos a desear?
Deseamos lo que vemos
La conocen, tal vez sean de los pocos que han escapado de sus garras pero sin duda conocen algo sobre ella. La cinta dirigida por Jonathan Demme es un incuestionable clásico del cine que redefinió los 90s durante un momento en el que nadie esperaba algo así en la pantalla grande.
El final de los 80s dio paso al regreso del thriller policiaco, ya no importaba quien cometía el crímen y quien la víctima, todo era legal gracias a que las noticias superaban a la ficción. Por suerte para la difunta casa productora Orion, Thomas Harris había escrito dos de los mejores libros sobre el tema.
La historia tiene una estructura en la que siempre ves a la joven Starling en medio de algo mucho más avanzado que ella, pero no la vuelve víctima ni heroína que todo lo puede, está aprendiendo y su ignorancia es un reflejo de la nuestra como espectadores, es la guía perfecta.
Buffalo Bill parece un ser menos peligroso que Lecter pero tanto Harris como Demme mantienen su violencia tan bien oculta que cuando explotan, los dos son aterradores.
Jodie Foster ya era una actriz capaz de moverse como tiburón entre todos los géneros, fueran películas juveniles de Disney o personajes tan crudos como en Taxi Driver. Aquí captura la inocencia de Starling perfectamente, la vuelve una mujer evitando el machismo que la ataca constantemente e inadvertidamente nos hace entender porque Lecter está perdidamente interesado en ella.
Para cualquier otro actor, ser constantemente recordado por un papel debe ser frustrante pero no para Anthony Hopkins, una leyenda de la actuación incluso antes de ponerse detrás del cristal y dejar que Hannibal Lecter entrara en su mente. Hopkins tiene decenas de películas importantes y memorables antes y después, pero hasta él reconocer que hay algo especial en Lecter.
La película destrozó los Oscares después de una década en la que esos premios no supieron adaptarse a los tiempos, pero más importante es que despertó el interés de la gente por esta clase de películas y Hollywood respondió con varias copias que fluctuaron desde buenas hasta patéticas, practicamente sin Hannibal Lecter no tendríamos Seven.
En estas fechas han aparecido aquellos buscapleitos que tratan de denigrar la historia argumentando que muestra a las personas transgénero como violentas pero casi de inmediato se ha comprobado que Buffalo Bill es claramente un ser mentalmente enfermo que CREE ser trans (Hannibal lo describe así)
El silencio de los inocentes ha generado tres secuelas -solo recomiendo que den una oportunidad a Hannibal- y dos series, una que tiene una gran historia entre muuucha paja y la otra que está por estrenarse y no está causando el suficiente interés, pero ya veremos.
I’m Out!!!!