Todos hemos sido una mala persona en algún momento de nuestra vida, existen seres humanos que han hecho cosas peores por diversas circunstancias y han tenido que pagar por dichas decisiones, pero siempre hay chance de cambiar; solo es cuestión de ver lo que la vida te pone enfrente para saber si eres capaz de hacer ese cambio. Palmer es exactamente eso, una película acerca de un hombre que aprender y aprovecha la segunda oportunidad que la vida le da.
Palmer narra la vida de un hombre que tras 12 años de prisión por un intento de asesinato se ve obligado a regresar a su pueblo natal y ver que las oportunidades de un preso son casi nulas, es hasta que conoce a un niño muy peculiar que la vida de este tomará un camino que el no esperaba y demuestra al mundo que las cosas siempre pueden mejorar si uno se lo propone puesto que la vida no es sencilla pero jamás imposible. Si bien la película peca de ser algo larga sirve perfectamente para que te encariñes con los dos personajes principales ya que estos son cercanos a la realidad, nunca pretenden venderte el cuento de hadas y constantemente te demuestran que personas con muchos errores.
Justin Timberlake demuestra que es una gran actor, aquí da vida a Eddie un hombre que regresa de pagar su penitencia y se enfrenta a la dura realidad de la vida donde nadie lo ve como algo más que un criminal, al inicio la situación de Eddie es llevada al extremo donde parece no haber salida hasta que tras soportar todo los golpes de la vida, empieza a ver la luz. Timberlake logra cautivarnos con una interpretación limpia; lo vemos creciendo y madurando para aceptar su realidad y encontrar, en la inocencia de un niño, una manera muy diferente de ver la vida donde no todo es azul y rosa sino que hay todo un mundo de colores. Eddie aprende junto a su compañerito a recibir amor de nuevo por el simple hecho de hacer una buena acción y poco a poco la vida le sonríe de nuevo e incluso consigue un motivo para seguir adelante.
Esto no sería nada sin la perfecta dupla que es Ryder Allen, quien sin duda es uno de los niños más tiernos del mundo. La manera tan natural con la que Allen reacciona a las críticas o comentarios de todos, incluyendo a Eddie, es lo que lo vuelve perfecto. De igual manera Sam, como su personaje se llama, va aprendiendo que la vida tiene una versión muy diferente a la que el conoce. El cariño verdadero nace de una forma que el no podía ver antes y es así como al igual que su contraparte adulta va creciendo para aceptar su forma de vida y aprender que siempre hay alguien que te dará el cariño que tanto necesitas.
Palmer es una grata sorpresa en este inicio de año que se volverá una de mis favoritas de este 2021, una historia sencilla pero bien contada que nos mueve el corazón con tan simples detalles que solamente me queda aplaudirles.
10/10