The Croods se estrenó hace unos años y fue sumamente aburrida, la historia de como esta familia conoce a Guy simplemente no funciono como esperaban. Por lo mismo el anuncio de una secuela nos tomó por sorpresa, nadie pidió ver a esta cavernícola familia de nuevo. Pero… vaya sorpresa es ver una comedia familiar que tiene de todo un poco. Esta vez Los Croods se enfrentan a la modernidad, una constante alegoría sobre discriminación y lo difícil que es para muchas generaciones adaptarse a lo nuevo.
Los Croods conocen a la “familia” de Guy quienes han avanzado en la tecnología y han dejado las actividades del “hombre de caverna” a un lado para convertirse en seres que buscan hacer la vida más fácil; pero como en la vida real, los humanos avanzan y no se percatan de que es lo que destruyen a su alrededor. La película pone a ambas familias en una constante lucha por sus ideales, mostrando lo bueno y lo malo de cada una, y exhibiendo como ambos padres han fallado en lo más importante por imponer su voluntad.
Si bien el tercer acto es lento, Los Croods siempre se mantiene en el mismo nivel, por un poco más de una hora pasamos un agradable rato alrededor de esta interesante familia que demuestra que está debió ser la película original.
8/10