Vamos a empezar el año con una opinión que tiene mucho tiempo en discusión. El agregador de críticas Rotten Tomatoes adquirió mayor popularidad en la última década cuando muchos estudios decidieron tomarlo como sello de garantía de calidad de sus películas, el que una cinta fuera declarada como «Podrida» o «Fresca» parecía hacerla llamativa en ciertos grupos.
En estos días, muchos críticos han estado reclamando que algunos internautas racistas se dedican a votar negativamente películas principalmente protagonizadas o dirigidas por personas de color y creen que el agregador debería limitarse a solo tomar en cuenta las opiniones de críticos profesionales. Pero aquí va la verdad, Rotten Tomatoes debe desaparecer completamente.
Sé que como crítico profesional con más de 13 años de carrera estoy echándome tierra, pero siempre he dicho que mis reseñas son opiniones personales y no la última palabra canónica de cada película. Cada crítico expresa su opinión de acuerdo con su gusto personal y las personas que nos leen pueden estar o no de acuerdo, pero algunos críticos consideran que son Moisés cargando las tabletas de los mandamientos de Dios cuando opinan y páginas como Rotten Tomatoes les hacen creer esto.
Es correcto pensar que un verdadero crítico es aquel que consume cine más de lo que consume aire. Todos podemos crear una opinión de una película pero hay un gran camino por recorrer entre un simple «me gusta» y un «esta película es buena por…» pero eso solo nos hace expertos en nuestro trabajo así como un músico o un arquitecto.
La diferencia es que un arquitecto construye cosas donde la gente vive y los críticos recomendamos películas, no es suficiente como para considerarnos parte de la canasta básica laboral ¿no creen?
También hay factores externos que inflan el ego de muchos críticos, como favoritismo en los estudios o distribuidoras que puede ser una amistad entre publicistas y críticos, o el que te inviten a funciones exclusivas o te envíen regalos pero todo esto se debe muchas veces a la forma en que escribes. Si eres una persona que aplaude o critica muy por encima todas las películas de Disney, es obvio que te van a poner al frente para que tu acolchonada reseña sea lo primero que engañe al público. Muy pocos críticos serios llegan a ser tan «apapachados».
Páginas como RT, están aquí para hacerte creer que la opinión de 200 críticos es lo que dicta la calidad de la película o que 6,000 nerds de internet saben si la cinta apesta. Pero miren, a mi podrán no gustarme las películas de Marvel pero eso no quiere decir que deberías dejar de verlas.
Lo que deberías de hacer es ignorar la «calificación» y formar tu propia opinión porque en gustos se rompen géneros. Las críticas, las buenas críticas, deben ser como un amigo al que le preguntas sobre cierta película, ese que te dice «pues mira, a mí me gustó por esto y esto, sé que no es muy lo tuyo pero si quieres dale una oportunidad» y no «yo dicto que esta película es un bodrio y debes evitar perder el tiempo, de lo contrario morirás».
Así que respondiendo a la pregunta principal: SI, ROTTEN TOMATOES DEBE DESAPARECER.