Por casi 3 décadas, la tercera entrega de El Padrino ha sufrido de una mala reputación al compararla con las dos primeras películas, y en algunos aspectos si es la más débil de las tres, pero eso no la hace una mala película.
Por años hemos escuchado que el director Francis Ford Coppola tuvo muchos problemas para hacer esta película y sobre todo, los dolores de cabeza que la intervención de los ejecutivos de Paramount le causaron al momento de editarla, por lo que la versión que conocemos no es la que el director quería mostrar.
«El Padrino CODA: La muerte de Michael Corleone» no utiliza efectos de computadora, ni requirió que los actores regresaran para agregar escenas, simplemente se basa en el arte de revisar horas de filmación para encontrar nuevas pequeñas escenas (segundos en realidad) así como diferentes ángulos de las mismas escenas para crear una historia más condensada y más fácil de comprender.
El inicio se ha deshecho de ese monólogo hecho por Michael, así como de la ceremonia religiosa en la que lo nombran Commendatore y nos da una escena que aparecía 45 minutos dentro del corte original, que explica como Michael «dona» 600 millones de dólares al Banco Vaticano para volverse dueño de International Immobiliare, que es el conflicto central de la película.
Con esto, la audiencia comprende de inmediato el problema que se le viene a Don Corleone.
Dentro de las cosas que eliminaron están escenas que definitivamente no funcionaban en la trama, Michael hace varios viajes a Italia al principio para coordinar la compra de su nuevo negocio (algo que había sido movido al tercer acto cuando todos viajan a Sicilia). Se elimina una pequeña pero molesta escena justo antes de la masacre de los mafiosos, en la que Don Altobello (Eli Wallach) trata de pedir tiempo a Michael para hablar con Joey Zsa Zsa y de inmediatamente veíamos que era falso. Ahora, sin esos segundos, queda el misterio de quien organizó la masacre y, con la edición de otra escena de Altobello visitando a Michael en el hospital, el personaje queda como un mejor villano que escapa de Nueva York cuando Michael no muere en el hotel. De nuevo, pequeños cortes que mejoran infinitamente la historia.
Otros detalles de diálogos agregados ayudan a recordar ciertos detalles, mientras que los dos cambios más grandes del tercer acto son la eliminación de Michael hablando con el cadáver de Don Tomassino (que alentaba el final) y un cambio de tomas en la plática entre Michael y Kay en Sicilia que explica mejor el amor que todavía sienten.
Tal vez el detalle que menos me ha gustado por las implicaciones que creo puede tener, es el final. En el corte original, tras la muerte de Mary hacemos un salto temporal a 1991 en el que vemos a un Michael más viejo sentado en el patio de su villa en Sicilia, recordando a las mujeres que amó y finalmente muriendo. Si, la muerte es algo…»torpe» pero definitiva, pero en CODA no vemos a Michael morir.
El hecho de que solo se coloque los lentes y la toma se vaya a negros donde aparece la leyenda de que «un siciliano nunca olvida» me generó un temblor en la espina dorsal cuando recordé que en estos días, Francis Ford Coppola comentó que podría haber posibilidad de una cuarta película, pero que él no la dirigiría.
Esto puede ser vil chisme para que la gente hable del nuevo corte y al final no ocurra nada, pero también puede dar pue a que Paramount Pictures anuncie una cuerta entrega argumentando que «en el corte oficial de Coppola, Michael no muere».
En el aspecto técnico, «CODA» recibió un transfer de 8K que eliminó el odioso filtro utilizado originalmente para dar un toque de los años 70 (que en realidad fue para ocultar el pésimo maquillaje utilizado para envejecer a los actores). Y ahora se ve como nueva y el audio es MARAVILLOSO.
«La muerte de Michael Corleone» da nueva vida a un clásico con una mala reputación. Recomiendo altamente que la compren o renten para que la disfruten y vean que, sin ser mejor, si merece su lugar de honor en una de las mejores trilogías de la historia del cine.
10/10
I’m Out!!!!