Una vez más llega Kurt Russell en un papel que ni él ni nosotros nos imáginamos que le quedaría tan bien, el de Santa Claus. Pero con la primera película estrenada hace dos años, Russell logró entregar una de las mejores cintas navideñas en mucho tiempo, una que exploraba todos los aspectos que conocemos del personaje más popular del folklore mundial.

Esta secuela tenía la misión de entregar otra divertida aventura familiar que nos relajara, especialmente este año, y aunque lo cumple, la realidad es que no tiene la misma chispa de la anterior.

Han pasado 2 años desde que Katie Pearce y su hermano atraparon a Santa y lo ayudaron a recuperar sus artefactos para entregar juguetes en todo el mundo. Ahora Katie se niega a aceptar que su madre ha encontrado de nuevo el amor tras la muerte de su esposo hace tiempo, por eso mismo Katie cae en la trampa de Belsnickel, un elfo que se volvió celoso de Santa y ha formulado un plan para destruirlo.

De una vez dejemo claro que es lo que hace que esta película se salve: Kurt Russell sigue siendo el mejor Santa Claus de los últimos 10 años, no ha perdido lo que le hizo maravilloso en la película pasada. Aplausos también deben ser otorgados a Goldie Hawn como la Señora Claus, dando un nuevo giro a un personaje que siempre termina siendo unidimensional comparado con su esposo pero que aquí tiene un rol fundamental para entender porqué este Santa es así.

La dinámica entre esta pareja es algo que rara vez se ve en pantalla, ambos comprometidos con sus personajes y no opacando al otro aun cuando Santa tiene el protagónico. Me gusta el pequeño conflicto que existe entre ellos porque la Señora Claus quiere tener un hijo pero Santa está demasiado metido en su trabajo, es algo que se puede explorar en la tercera entrega.

El problema viene con los niños, la actriz que interpreta a Katie ya no es tan «tierna» como antes y su papel llega a ser repetitivo y molesto en varias ocasiones (y una gran escena se veía venir a kilómetros y ella simplemente actuó demasiado acartonada). El que sale sobrando es Jack, interpretado por Jazhir Bruno quien este año hizo un buen papel en Las Brujas pero aquí simplemente está ahí para ser opacado brutalmente por Goldie Hawn y de no ser por ella, todas sus escenas terminarían eliminadas.

Lo mismo puedo decir de Julian Dennison, que me sorprendió en The Hunt for the Wilderpeople primero y luego en Deadpool 2 pero que aquí simplemente ha perdido el carisma a pesar de que su personaje es el que tiene mejor desarrollada su historia.

The Christmas Chronicles 2 entrega esa simple diversión familiar navideña que promete, solo que no hay mucho que la haga descatar tanto como su antecesora, es más una «del montón» que una secuela que debería superar a la que considero un clásico navideño instantáneo.

7.5/10

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