En lo que esperamos a que Tío Netflix se digne en mostrar el primer trailer de la nueva película de David Fincher, hablemos de como su primer clásico redefinió el género thriller y hasta el día de hoy se mantiene como uno de los mayores logros cinematográficos en general.
Se7en cuenta la historia de dos detectives, Mills y Somerset, envueltos en un caso que desafía todo lo que habían visto anteriormente: Un asesino serial que planea juzgar a siete personas para mostrar a la sociedad lo bajo que ha caído.
Fincher venía de quitarse el mal sabor de boca que su primera película, una secuela de Aliens, le había dejado pero para el final de la primera proyección de esta historia noir, absolutamente nadie recordaría ese fallido debut.
Con una tremenda influencia en el cine noir, en Hitchcock y en la fantástica «El tercer hombre», Fincher nos muestra una extraña manera en la que la sociedad de los 90’s, hasta la actualidad, sobrevive: «El mundo es una mierda, pero aun hay cosas por las que vale la pena luchar».
William Somerset (magistralmente interpretado por Morgan Freeman) es un policía que se ha envuelto en la desidia de una sociedad que carece de sentido, podría decirse que sus años de experiencia lo han hecho ver que nadie está dispuesto a ser bueno o tener honor ¿entonces para que molestarse en ser la única persona buena? Mientras que David Mills (Brad Pitt en el que sin duda es su primer buen papel) es el joven detective dispuesto a creer que la vida es bella pero sobre todo, con una visión campirana y sumergida en «el sueño americano». Son el perfecto Yin y Yang aunque en realidad solo son el reflejo de una persona viendo el paso del tiempo.
Mills actúa como ese adolescente que cree que la vida es color de rosa, no tiene deudas, tiene una buena chica y la gente en general es buena, Mills quiere ser ese héroe que va a rescatar al bebé del edificio en llamas. Pero por dentro podemos ver que vive aterrado de estar mal o que se demuestre que es una persona inculta, su respuesta a todo comentario de Mills es un insulto burlón, su reacción a la dificultad de su primer caso en la ciudad es mofarse del peso de la víctima, romper el hielo, ser ese tipo al que no le para la boca mientras que su compañero es metódico, cínico y culto.
Fincher hace un gran trabajo al mostrar que ambos están equivocados y correctos al mismo tiempo pero sobre todo, el director quiere mostrar algo muy de la era de esta película: que el sueño americano, ese de la casa con la reja blanca y la esposa en la cocina con dos hijos y un perro, aquel que hace creer a todo norteamericano que su país es el mejor de todos….es una gran mentira.
John Doe es sin duda la inspiración para todos los grandes villanos de los últimos 20 años, esa presencia malvada que no necesita estar en pantalla todo el tiempo y en realidad Kevin Spacey tiene 20 minutos en toda la película. Pero lo interesante es la escena en la que los tres personajes van hacia la dirección del supuesto último asesinato
John Doe se jacta de ser una persona justa y más elevada que el resto de la humanidad, un extracto de sus diarios nos deja saber que está completamente desconectado de cualquier instinto humano común; pero Fincher esconde la verdad: Doe es solo un ser despreciable y no tan inteligente o culto como aparenta. Es una de esas personas que se sienten inteligentes solamente con gente menos culta que él, pero vean como NUNCA habla con Somerset durante el viaje hasta que descubre que Somerset tiene un «pecado» al ocultar que sabe del embarazo de la esposa de Mills, la única ocasión en la que Somerset le parece más débil que él.
Su obsesión es Mills porque seguramente no puede entender como una persona tan torpe, tan inepta, puede tener la vida que él no tiene. Se la pasa retándolo y respondiendo sus insultos porque se siente más que él.
Por años, desde su estreno, Hollywood ha tratado de imitar la historia de esta película y en su mayoría ha fallado, incluso cuando quisieron hacer una secuela, tuvieron que cambiar tantas cosas que no puede siquiera considerarse en el mismo universo.
David Fincher hizo algo inimaginable y solo él pudo crear algo similar con Zodiac, pero Se7en es ahora y será por siempre una de las más grandes películas del séptimo arte.
I’m Out!!!!!