Demolition Man se mantiene como una de las grandes películas de acción de los 90s y de la carrera de Sylvester Stallone, combina muy bien la comedia de un hombre fuera de tiempo con la violencia de mediados de esa década pero si no la han visto recientemente, les recomiendo que lo hagan porque la cinta tiene detalles que te van a dejar con la boca abierta.
La historia trata de como John Spartan, un violento policía, es culpado de asesinato involuntario al detener al maniático Simon Phoenix (Wesley Snipes), Spartan es sentenciado a pasar 70 años congelado pero cuando Phoenix se libera de la misma prisión en 2032, Spartan es descongelado para detenerlo en un mundo totalmente cambiado.
Al momento de su estreno nos reíamos porque estabamos desde el punto de vista de Spartan explorando un mundo que vivía bajo un imaginario manto de absoluta seguridad, pero es 2020 y las circunstancias han cambiado por lo que se podría decir que ahora entendemos a los habitantes de San Ángeles.
La película era una clase de parodia sobre los extremos políticos de Estados Unidos viviendo en la ultra democrática era de Clinton después de cuatro años de duro conservadurismo republicano de Bush, pero poco a poco vemos al duro super macho de Spartan entender que ambos lados exageran pero también tienen cosas buenas.
Pero presten atención a los detalles de la sociedad de San Ángeles y notarán que la moda se ha vuelto completamente andrógina y con una fuerte influencia asiática que evita modas que determinen algo específico para hombres o mujeres, lo que ahora conocemos como no-binario, una tendencia a la apertura de experimentación con ambos sexos.
También vemos que Simon Phoenix no tiene mucho respeto por las diferentes culturas que habitan la ciudad, imitando despectivamente a un grupo de estudiantes japoneses, esto fue confirmado por el propio Snipes quien reveló que el guión tenía más momentos en los que Phoenix era completamente xenofóbico. Hoy en día cuesta trabajo decir el color de piel o nacionalidad predominante en cualquier gran ciudas gracias a la apertura de las fronteras y el aprecio a diferentes culturas.
Podemos ver que en varias esquinas de San Ángeles hay cabinas de información que también sirven para reafirmar la confianza de los ciudadanos con mensajes positivos. En estos días, la vida en las grandes ciudades ha visto un incremento en depresión y ansiedad, lo que ha llevado a un aumento de suicidios por lo que los gobiernos dedican una pequeña parte de su presupuesto (en algunos países es nada) para tener programas que eleven la moral de empleados en varias empresas y en la sociedas.
Pasemos a lo macabro, la ciudad de San Ángeles está completamente vigilada con cámaras en todas partes y un chip integrado a cada ser humano que monitorea sus actividades y hace más sencilla su captura, por eso es difícil saber lo que hace Phoenix. También se implementó un sistema que te multa cada vez que dices una mala palabra. La vigilancia en 2020 ha llegado a casi los mismos niveles con ciudades como Londres teniendo la red de cámaras más larga del planeta y todas nuestras actividades pueden ser monitoreadas por los aparatos eléctricos, nuestras costumbres en línea e incluso por las cámaras de nuestros teléfonos o computadoras.
La comida picante, los deportes de contacto, cigarros, alcohol y la música en general han sido catalogados como ilegales porque dañan al ser humano y tal vez no estemos en una situación tan extrema pero existen infinidad de grupos que luchan por una vida sin tanto peligros como las mamás que prohíben el futbol americano en las escuelas por temor a fracturas en sus pequeños, gente que quiere empujar el veganismo en todos lados, ¿hace cuanto que no ven un comercial de cigarros en la televisión? Y por supuesto esas personas que se quejan de TOOOOOODO en internet, todo les ofende y crearon la cultura de cancelación.
También está la que más risa nos daba en la película pero que ahora es una triste realidad: el contacto humano.
En San Ángeles las enfermedades se volvieron tan fuertes que se fomentó el distanciamiento social donde no puedes dar la mano a nadie, todos llevan guantes. Hoy en día sobra decir que eso es una realidad gracias al covid 19 y en gran parte a todas esas personas que no creen en el o se creen inmunes o que sienten que el cubrebocas es una ofensa a sus derechos, la falta de consciencia ahorita podría llevarnos a una sociedad donde se prohiba el contacto físico y ni hablemos del sexo.
Demolition Man fue una tremenda y muy recomendable película que no sabía lo mucho que reflejaría la sociedad del futuro ¡O TAL VEZ SI LO SABÍA!
I’m Out!!!!!