Uno de mis gustos culposos es Riverdale; como suele suceder en este tipo de series, las cosas ya no son nada atractivas. Lo que empezó como una versión más oscura de los comics, se convirtió en un chiste que ya perdió la gracia; al grado que varios miembros del elenco ya han decidido no participar más. Parece que Th CW, tiene la mala costumbre de alargar sus programas, pero sobre todo ir desgastando a sus personajes hasta que ya no queda nada que llame la atención. En pocas palabras; Riverdale ha muerto de la peor manera posible, no solo la historia es terrible, sino que es una casa de ideas a medio cocinar donde todo es posible y nada sucede realmente.

La muerte de Luke Perry fue desgarradora para mucha gente y la serie no hacen un gran tributo al personaje, seguido de un episodio musical que ofenderá a más de una persona (alguien debe decirles que paren con esta fea costumbre). Finalmente tenemos dos conflictos: uno presente durante toda la temporada pero que nunca se resuelve y otro que bien pudo funcionar mejor. Lo más doloroso es ver como los escritores ya no saben que hacer con los personajes, es muy notorio que se enfocan en uno o dos de ellos y los demás llevan ideas de relleno para hacerte sentir que aun son relevantes pero en realidad no aportan nada. Jughead es la historia principal y la única que se desenvuelve bien, mientras que Betty es más una herramienta para su novio. Verónica y Archie son sólo un relleno, con dos historias aburridas olvidadas al final.

Riverdale grita cancelación por todos lados, puedo asegurarles que la misma producción ya esta cansada pues este es un show juvenil que se fue a la basura rápidamente, ha olvidado las ideas originales y creado un caos que nunca funciona, esta cuarta temporada es una de las peores en la historia del canal y eso ya es decir bastante.

6/10