Obviamente todo en estos días es coronavirus y cancelaciones o cuarentena pero algo está sucediendo en Hollywood respecto a esto.
Los grandes estudios, siempre dispuestos a ayudar al pueblo con la mano derecha mientras se aprovechan con la izquierda, han anunciado que liberarán sus más recientes estrenos de 2020 en Video On Demand donde tu como espectador podrás pagar 20 dólares para ver cintas como The Invisible Man, Birds of Prey o Trolls 2: World Tour las veces que quieras por 48 horas.
Obviamente lo hacen bajo la bandera caritativa de ayudar a pasar el tiempo durante la cuarentena que están viviendo varios países pero lo están aprovechando como estudio de mercado para saber si el público está dispuesto a pagar por ver estrenos directamente en su cada por menos de lo que cuesta comprar 2 boletos y palomitas.
Ir al cine a disfrutar una película continúa siendo una experiencia ya sea solo o acompañado, pero los precios de las entradas y alimentos se han salido de control. No puedo hablar de todos los países del mundo pero las veces que he viajado por trabajo a Estados Unidos y decido ir al cine, pagar entre 10 y 15 dólares por boleto más 20 por palomitas, refresco y algún dulce, hot dog o algo extra se me hace demasiado, especialmente con el valor del dólar en México (actualmente en 24 pesos por dólar).
De lo que si puedo hablar es del precio en mi país donde las cadenas de cines han dividido el país en zonas que se ajustan a la ganacia económica de cada una para marcar sus precios. Voy a poner mi cine más cercano como ejemplo donde el boleto regular está en 85 pesos y el VIP al doble mientras que los famosos «combos» de palomitas, refresco y un extra, te cuesta entre 120 y 150 pesos. Todo eso si decides ir solo, más estacionamiento por supuesto.
Sé que muchos dirán que ir al cine y ver las películas en ese formato siempre será lo mejor y los entiendo, para mí es religión ir una vez por semana al cine aunque no siempre termine viendo una buena película pero no podemos cerrar los ojos a que el avance tecnológico ha puesto en nuestras manos televisiones con muy buena calidad de imagen que le da las buenas y las malas a los cines por lo que no es tan descabellado apreciar la experiencia de quedarse en casa a ver películas.
Si esta cuarentena prueba que los estudios pueden ganar igual o más dinero lanzando sus estrenos en VOD, estaríamos ante la llegada de una nueva era, una donde el público volvería a tener poder frente a los estudios y en lugar de soportar cincuenta remakes de nostalgia que no aportan nada mejor a las películas animadas originales, se le podría dar oportunidad a otras cintas de luchar por notoriedad en la taquilla.
Últimamente hemos visto que si los críticos odian una película, el público la abraza con cariño y aplausos y viceversa, por lo que el payoleo tampoco está funcionando en convencer al público sobre que ver.
También hay que considerar que por solo 20 dólares por película podríamos evitarnos gastos en alimentos, habría más variedad en lo que comemos al ver películas (incluso algo un poco más saludable), nos olvidamos de tráfico y gastos de estacionamiento, podemos invitar a cuantas personas quepan en nuestras salas sin tener que pagar un peso extra y ocasionar reuniones alargadas impromptu entre amigos después de la película.
Con VOD nosotros decidiríamos cuando queremos ver cierta película, no necesariamente en el fin de semana de estreno y tal vez no durante el corto tiempo de vida que tienen en los cines, como sucede en temporada de verano donde una película no puede durar más de dos semanas en cartelera porque los estudios lanzan fuertes estrenos cada fin de semana y el espectador regular a veces no tiene ni tiempo ni ganas de ver 12 estrenos o más en doce semanas seguidas.
Habrá aquellos dentro de la industria que se van a quejar ferozmente, al escribir esto puedo escuchar los gritos de Christopher Nolan, Steven Spielberg o Quentin Tarantino pero vivimos en una época donde grandes directores como Martin Scorsese y David Fincher están felices lanzando sus proyectos en plataformas como Netflix, incluso Disney está tambaleándose como bebé aprendiendo a caminar en el territorio del streaming con su servicio Disney + que aun se siente como que le falta mucho tiempo dentro del horno pero la realidad es que estos servicios no son «moditas», están aquí para llevarnos a una nueva forma de disfrutar el séptimo arte.
I’m Out!!!!!