La segunda temporada de uno de los mejores shows juveniles del momento ha llegado y la verdad es que nos ha sorprendido a todos, rompiendo ese patrón de muchas series del género, y en lugar de volverse un show teen sin cerebro logró superar a su primera entrega con un montón de temas muy relevantes para la actualidad y sobre todo el drama necesario para hacer de este uno de los mejores programas que Netflix tiene para ofrecer. Ahora tenemos a un Otis en una nueva etapa de su vida que le trae consigo miles de problemas, pero el resto de los personajes también crecen demasiado y deciden poner el foco en estos dejando dejar a nuestro protagonista ahora como un personaje secundario.
Lo que más me agrada es la manera tan sutil de tocar temas relacionados con el sexo sin tener tabúes e incluso aclarando muchas dudas que más de un joven tiene, la masturbación, el descubrimiento de la sexualidad e incluso los miles de definiciones sobre el gusto sexual que existen hoy en día, pero también profundizan en otro tipo de cosas. El acoso sexual es algo muy serio y a veces los jóvenes no saben cómo reaccionar a las cosas, este para mi gusto es la historia más interesante pero a la vez la menos aprovechada de esta temporada; aunque al final logran darle un cierre correcto. Por otro lado el aceptarnos como somos y no cambiar la manera en que nos comportamos solo por querer agradarle a nuestra pareja. Perdonar el pasado es muy difícil y el asumir las cosas puede llevarnos a tomar decisiones de las que nos arrepentiremos de por vida.
Sex Education aumenta su drama y nos hace reflexionar sobre muchas cosas que nos pueden suceder en el día a día, también lleva a su elenco a un nuevo nivel donde las actuaciones exigen algo totalmente nuevo de ellos en comparación a lo que nos habían mostrado y mientras el romance sigue en pie; es en realidad toda la cantidad de problemas que se vienen encima lo que realmente nos hace no despegar el ojo de la pantalla y devorar el show en menos de un día.