Definitivamente esta fue una temporada muy ruda de premios pues cada vez aparecen más películas que pudieron tener un lugar dentro de las grandes categorías. Richard Jewell es otra de ellas, de la mano de Clint Eastwood, esta cinta nos cuenta la trágica historia de un hombre que amaba tanto su trabajo que lo único que hizo fue tratar de ayudar a mucha gente, salvo varias vidas y finalmente los encargados del FBI le volvieron el presunto culpable de todo el atentado por la obsesión de tener que dar una respuesta al público a pesar de no tener absolutamente ninguna prueba en contra de este inocente hombre; demostrando que al final del día es el mismo gobierno quien nos obliga a olvidar las buenas acciones pues en palabra del protagonista, la gente vera una bomba recordaran a Richard y solo saldrá corriendo sin pensar en el daño que pudieron detener.

Con el estilo de su director es como nos presentan esta historia dejándonos encariñar con un hombre que lo único que busca es defender a la gente, que ha tenido una vida llena de burlas pero ha estudiado y trabajado para  poder convertirse en policía, hasta el momento en donde se convierte en héroe, un gusto que le dura unas cuantas horas antes de que el periodismo haga de las suyas y lo acuse de ser el causante de todo haciendo que cada día sea un sufrimiento. Eastwood ocupa su lente para hacer de esto lo más cotidiano posible, no exagera ninguna de las escenas hace hasta lo imposible por mantenerse en esa frágil raya de realidad, donde podemos identificarnos con lo que nos muestra y nada parece salido de una fantasía, en una montaña rusa de emociones donde vas desde el constate enojo, la frustración hasta la tristeza y la alegría.

Con un elenco impresionante donde incluso Olivia Wilde hace el mejor papel de su carrera, tenemos a Kathy Bates, quien está nominada este año a los premios Oscar por este papel, de una madre que ve el sueño de su hijo volverse realidad para después vivir una pesadilla a lado de un hombre que no sabe defenderse a sí mismo de ninguna manera, el momento cumbre de esta actriz es la conferencia de prensa haciendo una de esas actuación a las que nombre Judi Dench, pues con una escena de unos cuantos minutos te tiene aplaudiendo. Pero la sorpresa es Paul Walter Hauser quien en poco tiempo se ha convertido en un buen actor que ha participado en varios proyectos que llegan a la temporada de premios, aquí le da vida Richard. Paul se transforma de tal manera que nos tiene a todos pegados a la pantalla ya sea gritando por su necedad, sufriendo su frustración o aplaudiendo ese último speech que tiene tanta verdad que duele. Este hombre hace honor a un héroe caído que mucha gente trato mal.

Richard Jewell es una dura historia sobre lo sucio que son los gobierno, sobre como una buena acción puede ser transformada en una pesadilla que te persigue a diario. Como las organizaciones son capaces de violar toda dignidad de un ser humano hasta que ya no te queda nada que perder. Una dura historia que regresa a Clint Eastwood a las buenas películas después de una desastrosa cosa como la Mula.