American Horror Story ha regresado con una nueva temporada nombrada 1984 que explora todo el glamour de los años ochentas y el furor que hubo hacia los asesinos seriales, esta temporada hace un enorme homenaje a las películas slasher, de aquellos años, con una gran influencia de clásicos como Halloween o Viernes 13, donde las a puñaladas eran la arma principal pero sobre todo el exceso de sangre y las persecuciones infinitas era lo que más daba miedo. Sin duda este nuevo capítulo, de la ahora ya común serie de terror, sufre de una mejora impresionante, debemos aceptar que el fan service del año pasado en realidad fue el peor momento que este show ha tenido, al grado que el número de espectadores tuvo una baja bastante grande, ahora deciden hacer algo totalmente diferente recordando que los fans nunca tienen la razón.
1984 comienza bastante fuerte explorando la irreverente moda de aquellos años, y lo más clásico de la época en una historia que sorprendentemente funciona, tenemos 5 grandiosos episodios donde la tensión y los secretos se van revelando de manera tan rápida que el ritmo de la serie se siente similar alas primeas temporadas; donde cada capítulo nos hacían vivir algo nuevo. Cuando nuestros protagonistas llegan al campamento pasamos toda una noche viendo como cada uno de ellos va siendo asesinado mientras se revela el pasado de cada uno, con un villano al mero estilo de Michael Meyer que no necesita ser un secreto para que tememos de el, sino que es mejor tenerlo presente para saber que es un peligro. Desgraciadamente hacen algo muy similar a lo que sucede en Roanoke, el sexto capítulo avanzamos en el tiempo y la historia se siente totalmente independiente a lo que veníamos viendo, baja mucho el ritmo, no es una basura pero se siente como si la idea no diera para más de 5 capítulos y tuvieran que alargar con historia que ya no te atrapan de la misma manera forma.
El final tiene buena fuerza y ocupa el sentimiento para darle un final a cada uno de los personajes sin mayor profundidad que la necesaria, por lo que quedas bastante satisfecho con lo que vemos, si bien no es la mejor temporada recupera un poco la sensación que está serie siempre ha tenido. En la parte del cast, aún falta alguien con la presencia de Peters, Paulson o Lange para llenar la pantalla chica, aquí Leslie Grossman comienza bien pero termina con su estilo muy exagerado pero es gracias a Emma Roberts que la serie sobrevive, ahora Emma toma la batuta y cambia completo su tipo de personajes para entregar a la típica chica buena que no rompe ni un plato, y logra convencernos. Por otro lado las nuevas adquisiciones del show no son del todo buenas Cody Fern es demasiado falso en cada uno de sus personajes, trata tanto que nunca lo logra y desgraciadamente Billie Lourd no tiene el talento de su familia ya que nunca sabe entregar un solo diálogo sin parecer sumamente exagerada o forzada a encajar en su personaje.