La aclamada película mexicana que ha sido elegida para competir por un lugar en los Oscares, llego a Movie Usher. Debo aceptar que mi cantidad de cine nacional ha disminuido con los años debido a que de verdad ya todo es una comedia barata pero La Camarista presentaba una idea un poco más seria, por lo que decidimos darle una oportunidad, y no del todo es un error pero si es un proceso muy complicado de absorber. Esta película parece el trabajo de tesis de cualquier persona que estudio cine, pero con un gran presupuesto y una idea sin terminar al grado de que tardas más de una hora en llegar a lo que de verdad quieren contar, con varias tomas muy al estilo del cine europeo donde pasamos minutos viendo como el personaje hace algo tan común como ver la ventana.

La Camarista narra el día a día de una mujer que se dedica a limpiar los cuartos de un hotel, en una vida muy rutinaria que poco a poco se va haciendo más difícil de sobrellevar, la interacción de esta chica con el resto de los huéspedes o sus solicitudes extrañas debería ser la parte más interesante de toda la película pero  a pesar de que nos dejan ver como siempre se trata a esta gente como un objeto no le proporciona la sustancia que requiere esta historia. Por otro lado nos muestran lo monótono de la vacía vida de la protagonista interpretada por Gabriela Cartol, una mujer que busca una sola satisfacción en su vida, con muchas ambiciones como es acabar la prepa, encontrar el amor, o subir de piso para poder tener un mejor sueldo todo esto mientras espera ansiosamente un vestido rojo, siendo esta forma tan cruda lo que está provocando que muchos hablen de ella.

Es cierto que le película capta lo aburrido de la vida de estas personas, como buscan ser invisibles ante cualquiera y creo que la parte más fuerte es ver como cuando esta mujer decide darle una oportunidad a la sociedad todo se le viene encima, cada una de sus actividades extras colapsa y finalmente queda en el mismo lugar en el que estaba por un error que no cometio, demostrado que incluso los pequeños momentos de felicidad no son nada cuando el mundo te escupe en la cara sin importar lo bueno que seas. El mayor problema es que para llegar a este momento tardamos horas que se sienten eternas provocando que en más de una ocasión queramos apagar la televisión, las actuaciones no son nada del otro mundo y en general no crean un conflicto llamativo. La Camarista es una gran idea y un intento bueno pero no tiene el jugo necesario para salir adelante.