Aprovechando que hace unos días nos trajeron este clásico de terror nuevamente a la pantalla grande y que estamos cerca del estreno de la esperada secuela, decidimos revivir uno de los grandes trabajos del maestro Stanley Kubrick, para mucho el mejor director que ha existido en el séptimo arte, un hombre tan perfeccionista que caía en lo que muchos diría ridículo. Donde todo; absolutamente todo, tenía un porque, alguna finalidad aunque nadie de nosotros lo entendiera. Este hombre logro grandes cosas en el arte de hacer cine, narrar la historia de The Shining sería perder demasiado tiempo en algo que todos nos sabemos así que enfoquémonos en otra cosa
Como todo buen director tratando de enfocarse en su versión del libro Kubrick hizo varias elecciones que no son del agrado de todos, sobre todo del escritor, al momento de adaptar esta historia; en mi punto de vista creo que el detalle más importante es que Danny es el personaje acreedor del título de la novela y esto es la parte que menos se explora dentro de la cinta enfocándose más en los horrores. Por otro lado también creo que el arreglo físico de Jack no ayuda mucho a ver la transformación pues desde un inicio nos da la impresión de estar un poco loco. Finalmente y el error más grande de todo es la actuación de la pobre Shelley Duvall, quien definitivamente no tenía un don actoral para competir contra un monstruo como Nicholson e incluso queda opacada por el pequeño Danny. Duvall fracasa desde el principio, no logra hacernos creer nada de lo que hace o dice sintiéndose demasiado forzado o falso y basta con llegar a la famosa escena del baño para saber que estamos frente a una terrible interpretación, a pesar de que el dolor es real.
Por otro lado tenemos a Danny Lloyd quien debe ser uno de los niños más interesantes de todos pues si usted no lo sabe, este infante no sabía que estaba grabando una cinta de terror, es más nunca tiene contacto con las cosas de miedo y en más de una ocasión solo se encuentra siguiendo las instrucciones del director dando una de las actuaciones infantiles más intrigantes del cine. Jack Nicholson es otro boleto, no es solo el mejor actor de su época sino uno de los mejores actores que el cine ha tenido, la manera en la que cada una de sus líneas es entregada es más impresionante que la anterior, Nicholson nos lleva a la histeria y al pánico en cuestión de segundos.
Algo que no había notado con tanta precisión es la música, un detalle que en verdad vuelve a esta experiencia lo mejor de todo y que evita que te distraigas en cualquier otra cosa, el soundtrack de esta cinta hace alegoría a todo lo que se dice del hotel, pero sobre todo envuelve cada escena de una manera totalmente diferente según lo que estamos viendo. Solo percátense de que en varias ocasiones la música de fondo es simplemente producida por el triciclo o un objeto inanimado. The Shining es otra razón para amar el cine de terror de aquel que jugaba con tu cerebro, una cátedra actoral por parte de Jack Nicholson y una demostración del talento inigualable del genio que era Stanley Kubrick una cinta que ha crecido en el corazón de los amantes de este arte y que fue menospreciada en su momento pero que seguirá dando de que hablar por años.