Con la precuela a punto de estrenarse en un formato de serie por Netflix, creemos que es necesario una crítica sobre esta película. The Drak Crystal nos cuenta la aventura de Jen, un Gelfing que tiene la misión de rescatar a su mundo después de que el cristal que da vida este se partiera y la maldad comenzará a reinar. La historia no es más que una aventura muy de la época, donde criaturas extraordinarias te acompañan en un nuevo mundo donde la acción es constante pero el objetivo claro, con sus toques de amor y demás es como vemos básicamente una caminata de dos personajes descubriendo las pistas, venciendo villanos sin mayor complicaciones pero por alguna extraña razón la simpleza de esta película es lo que la hace sumamente llamativa.

Debo aplaudir una cosa, pocas son las veces que los títeres han logrado hacer algo bueno, fuera de los Muppets, pero el trabajo en esta película es sumamente arriesgado con títeres gigantes y otros más pequeños que deben mostrarse caminando, corriendo o incluso luchando cosa que no es nada sencilla. Toda la dinámica que manejan es bastante impresionante y si nos remontamos a 1982 sabremos apreciar el gran trabajo que hay detrás de este proyecto que tiene muchísimo más que dar. Si bien todo el mundo, junto con el guion tenían para mostrar más, lograron crear un clásico de culto por otro lado no dudo que todo esto sea ahora explotado en la nueva precuela pues en verdad existe demasiado material para hacer una gran serie.

Algo que no pude dejar de pensar todo el tiempo es lo similar que esta película va con los videojuegos, y es que por años las historias de estos no han sido llevadas de manera correcta a la pantalla grande pero parece que Dark Crystal supo exactamente que hacer. No puedo dejar de compararlo con los primeros juegos de The Leyend of Zelda, no solo en el diseño de varias cosas, sino en la creación de casi todo el mundo y la secuencia que siguen. El elegido esta en un pueblo al que no pertenece, tiene que iniciar un viaje para el que no está preparado, debe descubrir el mundo exterior, encontrar a la damisela, conseguir las herramientas correctas y finalmente sacar valor para poder vencer al villano. Las similitudes son tantas que es lógico porque se ha vuelto un clásico y como es que ahora es el momento ideal para regresarlo.

The Dark Crystal es una buena película, simple en muchas cosas pero con demasiados detalles por detrás por lo que vale la pena verla aunque sea una sola vez.