Existen actores que se encasillan y no les importa seguir el mismo camino una y otra vez hasta cansar al público, acepto que Búsqueda Implacable fue una gran película pero Liam Neeson se ha dedicado a contar la misma aburrida historia sin importarle que ya estemos hartos. La nueva cinta del actor lo pone nuevamente como un padre de familia buscando venganza por el asesinato de su hijo tras haberse involucrado con un cartel, poco a poco un hombre ordinario se convierte en la bomba que inicia una guerra entre dos bandos de narcotraficantes que desatan terror dentro de un pueblo, será momento de ver que la venganza siempre trae consecuencias.
Liam no hace otra cosa fuera del mismo papel que le hemos visto millones de veces pero en una película con mucha nieve y cero encanto pues tratan de contarte aproximadamente cuatro historias diferentes que nunca logran conectar entre ellas, ni ser interesantes y mucho menos tener coherencia para existir en el mismo mundo. Existe un punto donde no sabes si la cinta habla de la guerra entre carteles o la venganza del personaje principal pues por casi 40 minutos este no aparece o no hace nada relevante. Con un montón de huecos es como tratan de narrar esta historia que demuestra que el narco ya no es un tema que funcione en la pantalla grande pues más de una vez consideras salirte de la sala porque no entiendes que estas viendo o que es lo que querían contar.
Las secuencias de acción son algo entretenidas y la lucha por el odio entre dos seres humanos de razas distintas hubiera funcionado mejor sin todo lo que rodea a esta historia. Cold Persuit es exactamente lo que nos vendieron otra película más del montón en la carrera de hombre que se ha convertido en Johnny Depp. Lenta, aburrida y sin nada que te atrape es como esta se convierte en una de las grandes pérdidas de tiempo del 2019