El arte mata, reclama todo del artista, cuerpo y alma, nos guste o no lo que vemos en una galería, en las calles o hasta en museos es algo que un verdadero artista pensó y creó con esfuerzo pero en la actualidad lo hemos abaratado como algo falso que solo sirve para ganar dinero de cualquier forma, creamos nuevas tendencias a nuestra conveniencia, artistas aparecen y de inmediato son analizados y monetizados para placer de otros.
La nueva película de Dan Gilroy, tercera en su carrera y segunda junto a Jake Gyllenhaal y Renée Russo, es una macabra crítica con tintes de humor negro a la actualidad de los círculos en los que el arte se mueve y como todo, desde una enorme construcción hasta un pequeño tatuaje, es arte.
Todo comienza a salir mal en la vida de un grupo de galeristas y críticos cuando una asistente descubre que uno de sus vecinos ocultaba una vasta colección de arte y «afortunadamente» murió por lo que dichas obras costarán más si se saben promocionar.
Jake Gyllenhaal es uno de los mejores actores actuales y parece haber encontrado al director que sabe explotar mejor su talento, Nightcrawler no solo es una excelente película, lo es gracias en gran parte a la perturbadora actuación de Gyllenhaal y en Velvet Buzzsaw se mete en la piel de un glorificado crítico de arte que puede elevar o destruir la venta de cualquier pieza con agudas palabras. Gyllenhaal navega este personaje con una fluidez que logra hacerlo atractivo y repulsivo al mismo tiempo pues es un ser sin compás moral y lo mismo podría decir de una Renée Russo que sigue manteniéndose atractiva a pesar de los años pero aquí ya comienzo a notar que se atrevió a tocar ese perfecto rostro con cirugías y me gustaría pedirle ¡Qué se detenga!
Parece que ningún gremio o círculo crítico hizo caso del increíble año que tuvo Toni Colette y aquí hace un pequeño rol que sigue esa buena racha.
A pesar de que el mensaje es maravilloso, la analogía perfecta y el segundo y tercer acto son macabros, Gilroy tarda una eternidad y media en despegar la historia para llegar a la parte jugosa y aun viendo con sincero repudio la banalidad del medio bourgeois en el que habitan artistas y «dealers», no necesitaba un inicio tan lento para tan gran historia pero creo que es una película que va a dar de que hablar entre cinéfilos por lo que recomiendo que por lo menos la vean una vez.
8/10
I’m Out!!!!