Fue en 2011 cuando tuve la oportunidad de ver la cinta francesa The Intouchables, una historia que te deja alegre el corazón sobre como nunca se debe juzgar a alguien sin conocerlo, fue una de mis películas favoritas del año.

Este remake era algo que veía venir y temía porque los norteamericanos son raros para hacer remakes del cine francés, pueden hacer grandes adaptaciones que superan a la original (3 hombres y un bebé es infinitamente superior a la original aunque tampoco es un clásico), pueden cambiar demasiado el material original (Me encanta La Jaula de los Pájaros pero le cambiaron demasiadas cosas de La Cage Aux Foiles) o pueden hacer porquerías como The Visitors. Por suerte esta película es buena.

Hace unos años, gracias a mi trabajo, tuve la oportunidad de entrevistar a Kevin Hart y este remake ya se había anunciado con él como uno de los protagonistas y Hart habló de la importancia de contar una historia así pero además subrayó lo que esta oportunidad significaba para su carrera pues quería demostrar que tenía más rango que el de un simple comediante más. La pasión con la que habló del proyecto me hizo esperar con un poco más de ganas y me sorprendió enterarme del retraso en su estreno (la película debió salir en 2017) y ahora que la vi, entiendo porque era tan importante para el actor, esta es sin duda la mejor actuación de su carrera.

Hart interpreta a Dell Scott, un hombre en busca de un trabajo no denigrante, lo cual es difícil gracias a que es un ex convicto y los puestos siempre son de intendencia. En busca de una firma que le indique a su oficial de libertad condicional que en verdad está buscando trabajo, Dell llega al pent house de Philip LaCasse (Bryan Cranston) un cuadrapléjico en busca de un auxiliar de vida.

El cambio más grande a la historia original ocurre en la historia de Dell pues la versión interpretada por Omar Sy era un inmigrante viviendo en un pequeño departamento con una muchedumbre de hermanos, aquí Dell es un padre de familia que quiere ver a su hijo no caer en los mismos malos pasos y tratar de tener una mejor relación con él, esto cambia la dinámica de la película radicalmente a pesar de que en general la historia es la misma.

Bryan Cranston y Nicole Kidman, como la fiel asistente, hacen un gran trabajo que se ve no les cuesta nada a pesar de la demanda física a Cranston y necesito saber a que demonio Kidman le vendió su alma porque no solo es perfecta y sabe darle profundidad a un personaje bastante plano en la original, también se ve hermosa haciéndolo.

Pero definitivamente esta es la película de Kevin Hart quien se roba toda la atención con un par de escenas de comedia y mucho peso dramático que me atrevería a ponerlo abajo de Jim Carrey y Robin Williams (con su debida distancia) como «este tipo sabe hacerte reír y casi llorar al mismo tiempo». Lo cual me da mucho coraje pues Hart arruinó todo con sus comentarios homofóbicos de antaño en Twitter, que me sorprende bastante ¡pues hay una escena totalmente dedicada a ese conflicto en esta película donde Dell no puede ni decir la palabra «pene» al tratar de cambiar un cateter! ¡Alguien tan supuestamente homofóbico no aceptaría ni participar en dicha escena!

Como dije hay varios cambios fuertes, uno en especial que no voy a arruinar con spoilers pero que da una visión más realista a la situación de Philip. También la película elimina un aspecto que en mi opinión sobraba en la original, la hija de Philip que no aporta nada a la historia no existe aquí y mi única gran queja es que la cinta olvidó agregar la pequeña pero valiosa escena que explica porque Philip eligió a Dell para el trabajo, no entiendo la razón de eliminar algo que literal toma diez segundos decir pero da todo el peso de la relación.

Si no han visto la original ¡¿Qué demonios están esperando?! Pero definitivamente también deben darle una oportunidad a esta.

9/10

I’m Out!!!!