Hoy se estrena Ready Player One y para celebrarlo decidimos que el Top10 de esta semana fuera sobre las mejores películas de Steven Spielberg quien sin lugar a dudas es uno de los grandes directores de todos los tiempos.
10. Raiders of the Lost Ark
Aunque usted no lo crea, hubo una época en la que crear una nueva franquicia era bastante difícil a pesar de que tanto público como estudios buscaban la siguiente «Star Wars». Los grandes amigos, George Lucas y Steven Spielberg juntaron su amor por las series de su juventud y así nació Indiana Jones, un arqueólogo aventurero que hace todo lo que los arqueólogos jamás han hecho…de acuerdo con docenas de ellos que han tenido que soportar incansables preguntas sobre el tema.
Raiders fue en su momento, justo lo que muchos queríamos: aventuras fáciles de imitar con tus amigos, una visión muy simple de quienes son los buenos y quienes los malos así como un misterio relacionable, todos sabemos sobre los diez mandamientos, hay libros sobre el Arca de la Alianza así que no solo nos divierte, también despierta nuestra curiosidad.
9. Jurassic Park
Hablando de despertar nuestra curiosidad ¿Cuántos de ustedes se interesaron en los dinosaurios después de ver esta película?
Aquí es donde Spielberg prueba que es un maestro para adaptar un libro pues la novela de Michael Crichton difiere mucho de la película pero en esencia hablan de lo mismo.
Spielberg puede alegrarse de ser el único director con tener la película de monstruos gigantes más taquillera de la historia superando a King Kong y Godzilla ¡y los dinosaurios solo aparecen 15 minutos!
De nuevo Spielberg combina ese amor por el descubrimiento y su temor a la humanidad jugando a ser Dios utilizando efectos jamás antes vistos.
Su «ojo» para el suspenso y terror es algo que vemos muy poco ahora, con una historia que nos presenta a los personajes y nos habla más de la creación de los monstruos sin verlos constantemente, haciendo de la primera aparición del T. Rex una de las escenas más memorables del cine.
8. Jaws
Continuando con esa línea, la primera gran película de Spielberg juega mucho con esta lección donde «menos es más». El director demuestra no solo ser un gran alumno, también un gran amante del cine, haciendo «de tripas, corazón» para crear algo que redefiniría al séptimo arte: el primer blockbuster veraniego.
7. Munich
Si hay algo que separa a Spielberg del resto de los directores es su habilidad para dirigir todo tipo de historias como si se tratase de dos personas distintas sin perder su clásico estilo cinematográfico.
Munich es una de las joyas menos populares del director pues en su momento no hizo tanto ruido en taquilla pero consiguió un puñado de nominaciones y premios así como un buen séquito de fanáticos cuando llegó a dvd.
La cinta sobre los asesinatos de deportistas en las olimpiadas de Munich y la venganza del gobierno israelí es dura y tan violenta como los primeros minutos de Saving Private Ryan pero es un estudio sobre la pérdida de la humanidad ante la venganza.
Eric Bana, uno de los grandes actores ignorados de este siglo, da su mejor interpretación como un agente del servicio secreto israelí encargado de encontrar y eliminar a los responsables de los asesinatos y poco a poco lo vemos luchar contra su fe y su espíritu ante los actos que realiza.
Spielberg también nos da una master class de como el sonido puede hacer que cualquier escena sea mil veces mejor con esta película, solo presten atención a todo lo que ocurre durante los asesinatos, como se genera tensión al ver que una niña puede morir como daño colateral, como elimina el sonido cuando matan a la asesina, etc.
6. Close Encounters of the Third Kind
Esta película es parte la fascinación de Spielberg con los misterios del universo y parte su fijación con la desintegración familiar, un tema central en toda su filmografía.
«Encounters» nos habla sobre un misterio, un llamado a encontrar algo más importante que las trivialidades humanas, en si es el grito de un joven Spielberg a agarrarse de su pasión por el trabajo que ama pero escondido entre líneas sobre montes y aliens. Si ET es sobre su trauma al ser el «niño raro solitario del vecindario», esta es sobre sacrificar muchas cosas de la «vida normal» por su trabajo, tema que lo seguiría por años hasta la creación de Hook.
5. Lincoln
Pocos son los directores que se atreverían a hacer una película de Abraham Lincoln como un hombre que manipula politicamente a ambos partidos para conseguir una cosa y al mismo tiempo terminar otra. Para eso, Spielberg necesitaba al mejor actor de esta generación, Daniel Day Lewis, quien interpreta al presidente como un ser humano repleto de defectos pero tratando sin cansancio de hacer todo por el mayor bien para todos.
Spielberg siempre ha sido un maestro del blocking en el cine pero aquí se supera a sí mismo con una cinta que aun en sus momentos tranquilos se siente ocupada y activa. Al mismo tiempo el elenco es uno de los mejores ensambles de los últimos 15 años donde hasta el más pequeño papel es interpretado con poder por un gran actor de la actualidad.
4. Minority Report
¡Spielberg y Cruise juntos por primera vez! Así clamaban todos los medios como si esa fuera la única razón de peso para ver esta película la cual se ha convertido en una de las grandes de la ciencia ficción y todo gracias a que Spielberg decidió prestar atención a lo que varios visionarios pensaban que sería nuestro futuro.
Minority Report se siente real a pesar de tener autos flotando en autopistas sacadas de Speed Racer. El constante ataque personalizado de la publicidad es algo que estamos viviendo actualmente, las nuevas drogas sintéticas dejaron atrás a la ciencia ficción y todos esos pequeños detalles hacen de esta persecución un clásico de culto que supera a sus realizadores y participantes.
3. Catch Me If You Can
Si se dan cuenta, esta lista explora no solo su mejor trabajo sino su habilidad para balancear géneros y esta película es el mejor ejemplo de todo lo que Spielberg puede hacer.
«Catch me…» tiene todos los ingredientes de Spielberg:
protagonista con síndrome de «pez fuera del agua»
Conflicto con una figura paterna
Burla al sistema
Admiración por algún icono cinematográfico del pasado
Madurez ante la destrucción de los idealismos juveniles/infantiles
Spielberg parece ser de los pocos que saben explotar el talento de Tom Hanks quien interpreta a un «company man» que comienza como un torpe ante una supuesta mente maestra y al notar que se trata de un adolescente logra aventajarlo. Por otro lado este primer, y hasta el momento único, trabajo entre Spielberg y DiCaprio nos da un personaje con síndrome de Peter Pan que aprende una dura lección sobre madurar y como nadie puede escaparse de la realidad pero todos podemos ajustarla a nuestras habilidades. Frank Abignale Jr. trata de aferrarse a la felicidad de su infancia aun cuando esta se derrumba y no se fija que todas sus «aventuras» tienen daños colaterales que él simplemente ignora con tal de no aceptar la verdad. Esta parece la cinta más «juguetona» de Spielberg pero es su trabajo más maduro.
2. Saving Private Ryan
Lo he dicho hasta el cansancio: hay tantas películas sobre la Segunda Guerra Mundial que va a llegar un momento en el que el número de cintas supere a las horas transcurridas en el histórico evento. Lo que destaca a esta película es como se trata mas sobre la camaradería entre extraños que sobre la guerra.
El soldado Ryan es un maguffin, un utensilio para dar propósito a la historia pero Spielberg se concentra en estudiar a este grupo de soldados en el ambiente más hostil imaginable, algo que por siempre la hará mi película favorita de guerra superior a mi segunda película favorita sobre el tema: Inglourious Basterds.
Mientras que Tarantino usa este fantasioso escenario para definir quienes en verdad ganaron la guerra (no el ejército gringo), Spielberg se concentra en el peso de esta sobre los seres humanos, este director jamás dejará de ser un humanista y aquí lo deja bien claro.
Por supuesto que hay grandes momentos de brutal acción, esos primeros 20 minutos son lo mejor que se ha visto en el cine y jamás creí que me preocuparía tanto por el bienestar de Vin Diesel y Giovanni Ribisi como lo hice la primera vez que vi esta película en los 90’s. Pero son las historias que registramos desde el punto de vista de nuestro narrador, el soldado Upham, las que se quedan adheridas a nuestra memoria y hacen que nos duela más perder a cada miembro en el transcurso del film.
1. Schindler’s List
Todo director tiene esa película que lo eleva al Olimpo de los grandes realizadores y cuando haces una cinta que detiene en seco a Stanley Kubrick y lo hace guardar un proyecto en el que trabajó por 10 años argumentando que lo hiciste mejor, sabes que esa es la película por la que todos te van a recordar.
Si, hemos escuchado los enormes sufrimientos de los judíos bajo el puño de hierro de los nazis hasta el punto en el que algunos osan dudar su veracidad, pero esta cinta es mucho más que eso.
No trata de justificar nada de nadie sino demostrar que las cosas no son tan blanco y negro (curiosamente filmando esta en blanco y negro para suprimir la violencia) y que había quienes no creían en las doctrinas de su gobierno y otros que dudaban si estas no ersn exageradas.
Liam Nesson es magnífico como Oskar Schindler, esa primera escena te dice todo sobre su personaje, dispuesto a gastar todo lo que tiene con tal de volverse la persona más famosa de cualquier habitación ennla que entre. Un hombre motivado por el negocio, el dinero y el placer, que no duda mandar a su esposa de regreso en tren cuando esta le pide que deje de ser un Don Juan y no es hasta que ve la maldad que lo rodea que tiene un renacimiento casi religioso.
Las palmas aquí son para Ralph Fiennes también, creando a un ser totalmente opuesto a Schindler, el mejor héroe solo lo es si tiene un villano que sea todo lo contrario y Amon Goeth es un ser que respira violencia, un ejemplo de lo que son los hombres sin educación a los que se les da demasiado poder. Goeth disfruta cada golpe, cada asesinato con una sonrisa diabólica hasta que la influencia de Schindler lo hace «cometer un error» y después ver que sus acciones lo encerraron sin salida.
Spielberg sufrió demasiado al hacer esta película al grado que lo regresó al judaismo (del cual se había rebelado por décadas) y se deprimía tanto que durante toda la producción llamó por teléfono a su amigo Robin Williams para que le contara chistes.